Carmen Franco ya descansa junto a su marido. Se ha cumplido así su última voluntad y sus familiares la han arropado hasta el adiós final en la cripta de la Catedral de la Almudena donde yacen todos los miembros del clan Martínez-Bordiú.
A la entrada del templo aguardaban dos grandes ramos de flores blancas, un color que contrastaba con el tono oscuro de los trajes y abrigos que vestían los asistentes a la despedida de Carmen Franco.
Su nieto Luis Alfonso de Borbón (43 años) y sus hijos Carmen (66) y Jaime Martínez-Bordiú (53) han sido de nuevo los primeros en llegar. El último era el encargado de cargar con la urna con los restos de su madre, caminaba en el centro, 'escoltado' por su hermana y su sobrino que mantenían el mismo paso hasta adentrarse en el lugar. Eran las diez menos cuarto de la mañana, pese a que la cita estaba prevista para las diez y media.
Seguidamente aparecía también Pocholo Martínez-Bordiú (55), primo de los recién llegados y minutos más tarde se dejaban ver por la cuesta de la Calle Mayor el torero Enrique Ponce (46) junto a su mujer Paloma Cuevas (45) y el padre de ella, Victoriano Valencia. Todos ellos entraban con rostros serios, tal y como se entiende por el motivo de la cita. Los que llegaban en coche saludaban a los presentes en la puerta, pero los que lo hacían a pie preferían meterse directamente en la cripta sin hacer comentarios.
Media docena de choffers y seguridad vestían de traje a la espera de que sus jefes requirieran sus servicios a las puertas de la cripta. El templo celebra la misa abierta al público las 11 de la mañana, por lo que el adiós a Carmen Franco se producía media hora antes.
A las 10:20h llegaba Luis Miguel Rodríguez 'El Chatarrero', expareja de Carmen Martínez-Bordiú. En ese momento algunos aprovechaban para salir del templo. Pero él no lo hacía hasta 20 minutos después de entrar.
Uno de los que estuvo más cariñosos fue Pocholo que abandonó el templo no sin antes declarar un "gracias por todo" a la prensa congregada a la puerta. También tuvo gestos amables con los familiares y con los curiosos que se acercaban a la puerta.
Hacia las 10:30 muchos de los asistentes salían del lugar. Como Jaime Martínez-Bordiú hijo junto a su madre Nuria March o como los hijos de Francis Franco. Solo tres minutos después aparecía la primogénita de Carmen Franco, que con un "tened cuidado con las escaleras" ayudaba Carmen Martínez-Bordiu a la Baronesa Alaquas a bajar del templo.
Tras ella, su hermano Jaime. "Muchas gracias", expresaba dirigiéndose a la prensa, a quienes además sacudió la mano para dar su agradecimiento. "La familia unida, eso es lo que importa", dijo a los medios con una leve sonrisa en la cara.
Quienes también dieron las gracias fueron Enrique Ponce y Paloma Cuevas a su salida y justo antes de entrar en el coche. Y solo dos minutos antes de las 11 de la mañana, tras más de una hora despiéndose de su querida abuela, Luis Alfonso hacía su salida junto a Margarita Vargas. Ambos suben a una furgoneta negra y al cerrar la puerta, cierran así una etapa en sus vidas y en la historia de España.