Año nuevo, vida nueva... o no para todos. La historia de amor y desamor que protagonizaron el tenista Feliciano López (36 años) y la colaboradora de televisión Alba Carrillo (31) allá por junio de 2016 va a bifurcarse en este nuevo año que comienza. Mientras él pasa de página de cara a la galería dejándose ver junto a la joven modelo Sandra Gago (22), ella continúa con su tónica habitual: sacar rendimiento de su faceta más ácida como comentarista del corazón.
El deportista y su nuevo amor se mostraron muy acaramelados el pasado 23 de diciembre en el palco de honor que posee Sergio Ramos (31) -gran amigo de Feliciano- en el Santiago Bernabéu. Carantoñas, besos y risas como pruebas de una relación que se fraguó un mes antes en París, donde Gago se encontraba trabajando y el tenista disputaba unos partidos.
En las imágenes, que adelanta la revista ¡Hola!, se observa una faceta inédita de Feliciano López. Y es que, desde que se separó de Alba Carrillo, al deportista no se le había visto en una actitud tan cariñosa en público.
La joven modelo que le ha robado el corazón es estudiante de Periodismo en una universidad privada de Madrid y uno de los rostros más prometedores de la nueva generación de modelos españolas. No es de extrañar: Sandra Gago posee unas medidas que rozan la perfección (84-59-90) y una intensa mirada gracias a unos bonitos ojos marrones.
Una 'chica modelo' es también su exmujer, Alba Carrillo (31 años), pero tiene otras 'virtudes'. Es una mujer lenguaraz y osada que dice lo que piensa y que apenas se filtra antes de abrir la boca, sobre todo desde que se separara de Feliciano López (36). En revistas y platós de televisión, la maniquí ha dejado patente su locuacidad a la hora de hablar. Sin embargo, no solo 'despotrica' sobre sus ex, la afilada pluma de la modelo llega a otros 'damnificados'. Esta semana le ha tocado el turno a Antonio David Flores (41), exmarido de Rocío Carrasco (40).
A través de su blog personal en la revista Semana, Alba Carrillo ha opinado sobre el exguardia, posicionándose a favor de la hija de La más grande: "Rocío debía de estar abducida por los extraterrestres o se debió de dar un golpe muy fuerte en la cabeza para enamorarse de semejante personaje. Son como el agua y el aceite; ella es educada, sensata y cariñosa; él es esperpéntico, zafio, destructivo y matasiete".
La colaboradora de Sálvame solo encuentra una explicación para que Antonio David y Rocío estuvieran juntos: "Rocío debió de ser muy mala en su otra vida, haber sido la que accionaba la cuchilla de la guillotina en la Revolución francesa o la que apretaba con saña el garrote vil para haber dado con semejante castigo".
¿El consuelo que atisba Alba entre tanta 'desgracia'? Fidel Albiac (44). "Menos mal que lo tiene a él apoyándola incondicionalmente. Fidel es la antítesis, lo opuesto total al gallito del corral. Educado hasta la médula. Para que lo entiendan las señoras que me leen ha sido como cambiar una bragas pequeñas, malas y roídas por un body de La Perla".
Eso sí, hay algo que escama en exceso a la Carrillo, que la pone enferma: que Antonio David recibiera un galardón por su papel como padre. "Hace poco leí que el ínclito había recibido un galardón como padre y me indigno. Mi pregunta es, ¿una persona que menoscaba, a mi parecer, durante años la imagen de la madre de sus hijos merece un premio?", ha escrito en la citada publicación.
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