Hace 107 años el rey Alfonso XIII abría las puertas del hotel más lujoso de Madrid. Fue el primer aristócrata en pisar las opulentas alfombras del Hotel Ritz. No sería el último. El monarca encabezó este proyecto hotelero con un objetivo: que España tuviera un complejo donde hospedar a los miembros de las casas reales. Lo que nunca pudo imaginar es que en una de sus habitaciones moriría el líder anarquista Buenaventura Durruti o que Ava Gardner lo escogería como rincón de descanso.
Más de un siglo después de su inauguración el lujoso hotel cierra las puertas. Lo hará durante casi dos años, hasta finales de 2019, para abordar una profunda reforma que costará 99 millones de euros. Entre las paredes del hotel se esconden las noches de numerosas celebridades y secretos pacientes protegidos por sus trabajadores.
Por sus largos pasillos han paseado estrellas de Hoollywood, mandatarios internacionales y artistas folclóricos. Cuando Ava Gardner puso un pie en Madrid se enamoró de la ciudad en la que terminó viviendo de forma intermitente. Dejó muchas anécdotas sobre la noche madrileña, algunas de ellas en el Hotel Ritz. Felipe Serrano -antiguo camarero- en un libro sobre la historia del hotel, cuenta cómo la dirección tuvo que expulsarle por el exceso con el alcohol y el sexo.
Entre los empleados siempre ha habido una máxima esencial: conseguir todo lo que los clientes necesiten. Entre las exigencias, las más destacadas son las excentricidades que vienen con la fama de los hospedados. Cuando Frank Sinatra llegaba al Ritz, él le recibía con un piano de cola. El cantante pidió que este voluminosos instrumento estuviera en su habitación.
Woody Allen (82) pasó una tarde de domingo en el Ritz Madrid, lo hizo junto a su mujer Son Yi. Fue una tarde de domingo en la que no pudieron ir al Museo del Prado. Richard Gere (68)corría por los pasillos del Ritz, huía de los fotógrafos que buscaban la imagen del aclamado actor. Así, los empleados le apodaron como "El fantasma del Ritz".
Adolfo Suárez también se hospedo en el hotel más lujoso de la ciudad. Allí compartió momentos con los empleados, que guardan muy buen recuerdo del expresidente. El Ritz ha sido un lugar de encuentro político e institucional. La exprimera ministra de Inglaterra, Margaret Thatcher, durmió en una de las habitaciones del hotel. Ella, acostumbrada a trabajar durante sus visitas pidió una mesa de unas dimensiones determinadas para poder cumplir con sus funciones.
El rey Felipe VI y la reina Letizia también han asistido a cenas y eventos en el hotel. Se han sentado en los salones más emblemáticos y han recibido a dirigentes y mandatarios de otros países. Entre las visitas destaca la entrega de premios Francisco Cerecedo en su 24 edición, en 2007.
La cultura folclórica de este país también se dio cita en lo salones del hotel. Lola Flores fue uno de los personajes que disfrutó de la noche madrileña, entre los que se encontraba el famoso Ritz.
El 20 de noviembre de 1936, el sindicalista y anarquista Buenaventura Durruti murió en una de las habitaciones del hotel. Al afiliado a la CNT le hirieron de bala durante la batalla de la Ciudad Universitaria de Madrid. Al día siguiente, el que fue un hotel para alojar a los miembros de familias reales se vio rodeado de banderas de la Confederación Nacional de Trabajo.
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