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    Estas son las irresistibles vistas de las que ha disfrutado la familia en las Islas Maldivas.

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    Rodeada de palmeras, con una mesa para comer y unas mullidas tumbonas, la terraza dispone de una piscina por si no apetece ir a la playa.

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    La habitación de la villa no puede estar más equipada y a la última moda. Con una cama extra grande, un sofá y una mesilla, se puede apreciar un lugar cálido y acogedor.

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    Muy probablemente, desde la cama se podrá apreciar, sin necesidad de incorporarse, el Océano Índico, sin duda, uno de los mayores atractivos con los que cuenta la villa.

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    El cuarto de aseo está envuelto en una cuidada vegetación y dispone de una bañera con chorros y de un plato de ducha con techo de cristal.