"Ha pedido silencio a todo su entorno". De mutuo acuerdo y en términos amistosos, esta semana sorprendía la separación matrimonial de otra de las colaboradoras del universo Sálvame, Gema López (46 años). De este modo, la periodista se suma a una suerte de mal fario que se viviría en los pasillos de Telecinco. Después de mucho tiempo dando estopa a través de su trinchera de periodista aguerrida, ella se colocaba en la picota mediática. Su vida privada cobraba protagonismo este lunes cuando su divorcio saltaba a las páginas del papel couché.

Ella, siempre temerosa de que algún aspecto de su vida privada saliera a la luz y haciendo a veces malabares por preservar esa parcela, ha visto cómo sus peores temores se cumplían. Detrás de un gran hombre, hay una gran mujer, reza el dicho. En el que caso de Gema es efectivo, pero también a la inversa. Tras su mediática sombra, existía hasta la fecha un hombre llamado Antonio Pardo Sebastián.

Con él ha construido vida, sueños, proyectos en común a nivel profesional y ha traído al mundo su mejor obra, su pequeña de 10 años llamada Nadia. Una vida normal y corriente, sin demasiados sobresaltos, alejada milagrosamente del fervor exacerbado del mundo de la televisión. Un matrimonio feliz, sólido y aparentemente inquebrantable. Hasta este lunes, en el que la revista Rumore ha destapado la verdad. Bueno, no; la revista tan solo ha publicado una realidad que ya venía existiendo desde hace meses. Gema y Antonio rompieron de mutuo acuerdo hace unos meses y sus vidas tomaron rumbos distintos, pero desde la discreción y el respeto. De hecho, en su buen hacer está llevarse bien por su pequeña, por la que están dispuestos a la custodia compartida. "Ella ha pedido a sus compañeros que mantengan silencio. Hasta donde ella pueda va a intentar frenar el tema", cuenta a JALEOS una fuente cercana a la periodista. Además, en estos momentos difíciles la mayor prioridad para la periodista es mantener al margen del ruido informativo a su hija.

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¿Quién es el marido de Gema? 

Antonio Pardo Sebastián es un conocido director y productor de teatro. Pese a su profesión de proyección pública y su matrimonio con Gema López, siempre ha luchado por dos máximas en su vida: labrarse su vida en separado y mantenerse en el anonimato. Estudió interpretación, clown y canto y en 2001 fundó su primera productora, ETC, con la que diseñó espectáculos de calle para parques temáticos. Siempre emprendedor y sin frenos en sus miras, fue en 2004 cuando se lanzó al proyecto más importante de su vida de la mano de Gema López, Conga Producciones. Desde entonces, su carrera como director y productor se puso en la pista de salida y tomó impulso; más de siete películas y bastantes cortometrajes cuentan en su haber. 

Cuenta el entorno de Antonio Pardo es que un hombre apasionado, discreto y disciplinado. Desde que fundaron en común el proyecto, Gema siempre ha procurado utilizar su influencia para darlo a conocer lo máximo posible. De hecho, hasta hace unas semanas su cuenta de Instagram se llamaba GemaConga, pero ha mutado a ByGemaLopez. Un detalle que para muchos no ha hecho si no refutar lo que era un secreto a voces; la separación del matrimonio. Según ha podido saber este medio, Gema llevaba tiempo "guardando el secreto" y haciendo de tripas corazón por más que en Sálvame procurara sonreír y refugiarse en su profesión. Tan solo un reducido número de íntimos conocía la verdad. 

Mientras que la colaboradora de Telecinco se muestra muy activa en sus redes sociales, en concreto en Instagram, dando el parte de todos sus movimientos y estilismos -salvo en las últimas semanas donde su perfil ha sido más bajo-, su todavía marido únicamente hace uso de su Facebook para promocionar sus trabajos y mostrar el backstage de los mismos. Poco o nada se desprende de su vida privada, salvo un detalle muy curioso en el que este medio ha reparado. En el pestaña 'biografía', Antonio Pardo ya se considera "soltero". 

Pese a los pocos datos que se conocen y maneja este medio, y a la larga experiencia con la que cuenta Gema a la hora de abordar la intimidad de los famosos, ella ha batallado por que la suya quede en esa parcela. De hecho, junto a Kiko Hernández (41) y Lydia Lozano (56) es de las colaboradoras de Sálvame cuyas vidas privadas siguen siendo un misterio. Está claro que no es lo mismo desnudar que desnudarse y, de momento, sus compañeros respetan su silencio. ¿Habrá alguna sorpresa en las revistas del corazón?

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