Con semblante muy serio, de negro riguroso y ocultando su mirada bajo unas enormes gafas de sol. Así es como Olvido Hormigos (46 años) ha despedido a su padre, quien fallecía a los 88 años tras sufrir un infarto de manera repentina. La ex concejala de Los Yébenes junto a su marido Jesús, sus hijos y su madre Vicenta de la que no se ha separado en ningún momento, han acompañado el coche fúnebre con los restos mortales hasta el cementerio del pueblo donde ha recibido sepultura.
Junto a la familia también han estado algunos amigos como Toño Sanchís (44 años), quien no ha dudado en desplazarse hasta la localidad toledana, para estar junto a Olvido, a quien además representa en temas profesionales.
Previo al entierro se ha oficiado una misa para despedir a Hipólito. A la entrada de la iglesia de San Juan de Los Yébenes se podía leer el obituario donde la mujer, los hijos y los nietos del fallecido pedían rezar por su alma.
La colaboradora de televisión estaba muy unida a su padre. Hipólito había defendido a su hija en sus momentos más polémicos y ahora Olvido siente que ha fallado a su padre. "Yo sé que le he hecho sufrir mucho. Me quedaré siempre con esa pena", aseguró en Sábado Deluxe.
Entiende que la muerte es ley de vida, pero le gustaría haber hecho las cosas de otro modo: "A mi padre no le gustaba esto de la televisión y él sufría, pero sobre todo por mi madre. Siempre me han dicho que si yo no quería a Jesús que por qué le hacía ese daño".
Hipólito falleció el pasado 6 de febrero cuando se encontraba en la farmacia para recoger sus medicinas. Minutos antes Olvido había estado con él sin presagiar el triste final: "A estas edades es verdad que muchas veces piensas que cualquier día puede pasar, pero hasta que no llega el momento... Nunca te lo esperas. Él estaba genial. No llevaba ni siquiera gafas para conducir", aseguró a JALEOS.
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