Francisco González (59 años) ha sido confirmado como uno de los próximos concursantes de Supervivientes 2018. El cantante y empresario consolida así su faceta televisiva que lleva años trabajando y que le ha supuesto una fama renovada.
Sin embargo, la participación en este reality show puede venir motivada por la necesidad económica que se entiende tras echar un breve vistazo a la situación de sus empresas y de su carrera musical.
El cantante alcanzó la fama a principios de los 80 tras su actuación en el festival de la OTI celebrado en México con su tema Latino. Pero a partir de la segunda mitad de esta década tuvo que hacer frente a una serie de baches tanto personales como profesionales. Desde entonces, continuaron algunos años en los que pasó a cantar un estilo más lírico llenando los mejores coliseos con compañeros del renombre de Montserrat Caballé. Pero hace años que dejó de ser el cantante de renombre que un día fue.
Mientras tanto, compaginaba sus proyectos profesionales con algunas aventuras empresariales con las que no tiene tanto éxito, a pesar de sus distintos intentos.
Poco éxito en los negocios
Al poco de iniciar su andadura dentro del mundo lírico, y viviendo en Barcelona, el cantante se decide a fundar la compañía Sagofra S.L., una empresa dedicada a la organización de espectáculos musicales, tanto directamente como subcontratados en la que él figuraba como administrador único. Un negocio que no terminó de prosperar ya que en el Registro Mercantil ni siquiera se disponen de cuentas sobre el estado de la compañía que hace años cerró.
Solo cinco años después se vuelve a aventurar con otra empresa, la que lleva más años en funcionamiento. En 1998 Francisco constituyó Delacoba 2000 S.L., con objetivos similares a la anterior (la representación y contratación de artistas, técnicas y profesionales en general).
Con la sede fiscal en su lujoso chalet de Altea, a pesar de ser su mejor compañía su situación económica no permite que se la pueda describir como "exitosa". Ni siquiera como sostenible. Sus números se encuentran en rojo, con unas pérdidas de 32.930 euros en 2012 (última fecha de la que se disponen datos en el Registro Mercantil). Unas cifras que no extrañan teniendo en cuenta que solo la deuda es cercana al medio millón de euros y su facturación se ha reducido con los años.
Pero este no es el único problema al que se ha tenido que enfrentar la compañía del cantante. A los embargos que han pesado sobre la empresa, tanto de la Seguridad Social como de Hacienda, se suma que Delacoba 2000 S.L. tuvo que enfrentarse en febrero de 2017 a una subasta hipotecaria de la mano de Bankia con un bien valorado ni más ni menos que en 188.729 euros.
No obstante, hay una faceta interesante que demuestra su trayectoria empresarial y que dará mucho juego durante su participación en Supervivientes 2018: es una persona constante. Así queda probado cuando en 2014, y a pesar de los malos resultados que había obtenido con las otras compañías, funda Producciones Fran & Fran S.L., una agencia que realizaba un servicio de managment y representación de artistas, sello discográfico, intermediación comercial, representación y agencia comercial que, según el portal de acceso al Registro Mercantil, cerró en 2017 de nuevo sin éxito.
Habrá que ver si es igual de persistente en su participación en el programa como en su faceta empresarial.
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