Aramís Fuster (64 años) sorprendía esta semana con un mensaje muy claro en sus redes sociales: "Estoy en peligro de muerte. Lo aviso por si me pasa algo". Enseguida el su publicación se hizo viral y recibió decenas de comentarios preguntándole el motivo de su miedo. La vidente no quiso entrar en detalles y por eso JALEOS se ha puesto en contacto con ella para conocer su estado real.

Este medio ha hablado telefónicamente con Aramís que contestó al otro lado con una voz susurrante y más distante que de costumbre. "No puedo salir de mi casa sin sufrir peligro de muerte", comienza a narrar. Ante la pregunta de cómo se le puede ayudar, contesta rotunda: "La verdad es que no me podéis ayudar de ninguna de las maneras, porque si con mi alto cociente intelectual no he conseguido yo encontrar una ayuda, ten por seguro que no hay solución".

Está residiendo en Marbella y permanece encerrada en su casa por miedo: "Aguantaré hasta que Dios quiera, porque si yo pongo un pie en la calle, se acabó la bruja". Aramís cuenta que esta situación no ha sido repentina: "Esta pesadilla empezó mucho antes de Navidad. Y ya hace un mes y medio envié un mensajes de que me cambiaba de móvil, pues era por esta circunstancia".

"Es una situación tan loca, tan surrealista...si fueran cosas espirituales a mí no me dan ningún miedo y ya sabéis que yo no tengo miedo a la muerte, ya lo he demostrado, pero esto es peor", cuenta Fuster intentando no dar más pistas de las necesarias. Sin embargo, en un momento de la conversación explica: "Esto que estoy pasando no se lo deseo a ninguna mujer. Todo empezó con una consulta de videncia que solía hacer en mi casa y ya no hago porque no me fío de quién puede entrar".

Aramis Fuster en la puerta de su casa.

Ante esta situación, JALEOS le aconseja que acuda a la policía: "Denunciándolo no ganaría nada, al contrario, hay personas con muchísimo poder. Y además, hay cosas que no se pueden demostrar". Aramís no quiere entrar en detalles. Solo insiste en su temor y en cómo tiene que vivir ahora sin ver más allá de las cuatro paredes de su casa: "Aunque llame el Espíritu Santo a casa, no le abriré. Y sobreviviré con la comida que tengo aquí, porque ya cuando se acabe yo no pienso bajar a comprar más".

Sin ver la luz del sol, sin casi comer y con la boca cerrada, esa es su solución: "La única forma de protegerme es estar callada y encerrada a cal y canto y dando señales de vida esporádicas como la que hice hace unos días y sobre todo, calladita, que estoy más guapa".

[Más información: Aramís Fuster: "Los que me han deseado el mal, tienen problemas o han muerto"]

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