Ha sido una de las noticias deportivas del fin de semana. Marc Márquez tiraba de la moto a Valentino Rossi en el Gran Premio de Argentina, intentó disculparse al terminar la carrera y el italiano se negó a hablar con él. Por eso era inevitable que este jueves Pablo Motos preguntara por ello a Jorge Lorenzo (30 años) en su paso por El Hormiguero.
“Pensé que venía a hablar de mi libro”, comenzó diciendo el motorista, que acudía al programa de Antena 3 a presentar Lo que aprendí hasta los 30, el libro en el que cuenta sus secretos para alcanzar el éxito en todo lo que uno se proponga.
“Todo se podía haber evitado si hubiera sanciones más duras. Cuando yo corría en 250 era muy kamikaze, muy agresivo, y en el GP de Japón luchaba por la segunda posición con Pedrosa y DeAngelis. Primero toqué a Pedrosa y luego hice un doble adelantamiento. Me sancionaron con una carrera y dejé de ser agresivo. Un piloto no se quiere perderse las carreras”, comentó el triple campeón.
“Sin quitarle méritos ya que ha ganado cuatro de cinco, si supiera que la sanción fuera fuerte…”, añadió Lorenzo. “Lo otro no lo valoro. Todo viene por el árbitro de Moto GP”, zanjó respecto a la actitud de después de Rossi, enemigo declarado del mallorquí.
Preguntado cómo se lleva con los demás pilotos, Lorenzo confesó que “intento llevarme bien con todo el mundo. Es difícil porque estamos muy ocupados durante el fin de semana, no es fácil moverse. Soy cordial y educado. Con unos tienes más simpatías que con otros”.
Ya hablando de su libro y el secreto de su éxito, el piloto explicó que “si quieres triunfar hay que estar obsesionado. Todos nacemos con talento. Hay gente que lo encuentra antes, otros más. En mi caso fue a los tres años y hay que trabajar día tras día obsesionadamente. No vale estar motivado, sino obsesionado. Cuenta Michael Phelps que ha entrenado todos los días de su vida, incluso los domingos. Sus rivales descansaban el domingo y él tenia así esas unas horas extras de más. Si uno quieres su sueño, tienes que trabajar más que los demás”.
Asimismo contó que “al enemigo ni agua. Es un deporte muy competitivo. Siempre he intentado mis pequeños secretos ocultarlos al máximo posible. Te pueden quitar el sitio. Y cuando hablamos de trabajo hay que intentar salvar tu territorio”.