Victorio y Lucchino, la historia del ascenso y la caída de los diseñadores
La vida de los andaluces están repletas de altibajos, desde ser modistas de reconocimiento internacional hasta haber sido inhabilitados para administrar empresas.
27 abril, 2018 01:06Noticias relacionadas
Hace unos años el nombre de Victorio y Lucchino se asociaba a éxito, lujo y alta costura. Sin embargo, los modistos andaluces han sido las últimas víctimas que se ha cobrado la coyuntura económica que lleva azotando nuestro país desde 2008 y su nombre ahora se relaciona con problemas económicos.
Esta misma semana se ha conocido que el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Sevilla ha emitido un auto que inhabilitaba a José Víctor Rodríguez Caro y José Luis Medina del Corral para administrar compañías durante dos años.
Sin embargo, el juez especifica que, aunque es cierto que no han desempañado "sus cargos con la diligencia debida en cuanto a sus obligaciones contables o administrativas", no se les puede acusar de ser los causantes de su actual situación de insolvencia. Por el contrario, esta se debe a una política expansiva y de crecimiento (grandes inversiones) justo antes de un proceso de recesión económica (la crisis de 2008).
Esta es su situación actual, pero no es la única de las empresas con las que Victorio y Lucchino han tenido mala suerte, a pesar de la brillante trayectoria que tienen a sus espaldas.
Sin suerte en sus otros negocios
La decisión del juez de inhabilitar al dúo de diseñadores no extraña teniendo en cuenta la suerte que han corrido las empresas que han fundado. Aunque las sociedades más conocida son las que atañen al auto del juez, Patrimonio de Moda S.L. y V&L costura, Diseño y moda S.L., los modistas también se han aventurado en otros negocios.
Una de ellas, y de las más antiguas, es la compañía Blancain S.L. dedicada al sector textil que fundaron en 1984 y que 30 años después se vieron obligados a cerrar. En esta sociedad tanto José Víctor como José Luis figuraban como administrador.
Posterior a esta, en 1992, los andaluces decidieron fundar Gandesa S.L. dirigida por ambos pero que tuvo que cerrar en 2016. Un dato curioso de esta compañía es que es la única de las sociedades que se adentran en un sector que no sea el textil, pues en 2007 ampliaron su objeto social a las actividades de apoyo a la agricultura.
En 2003 crearon otras dos sociedades: Dos C de Blan S.L. y Tres P de Blan S.L. que, al igual que se constituyeron a la vez, tuvieron que cerrar al mismo tiempo diez años después.
Inicios modestos
Llegar a ser diseñadores de reconocimiento internacional no es fácil. José Luis y José Víctor llevan tras sus espaldas una larga trayectoria profesional con unos inicios modestos.
Ambos se iniciaron en el mundo de la moda a finales de la década de los 70 en Sevilla. En esa época trabajaban juntos en el departamento de diseño de la empresa Disart, pero se les quedaba pequeño. Pronto se dieron cuenta de que tenían un gran potencial que podían aprovechar y decidieron independizarse.
La pareja, con muchas esperanzas, alquiló un pequeño apartamento donde instalaron su taller de costura. Como tienda, optaron por abrir un pequeño local en la calle Sierpes de Sevilla (una de las vías más emblemáticas de esta ciudad).
Sus diseños, pura esencia flamenca interpretada en clave moderna, pronto captó la atención de la jet set sevillana. Diseño a diseño consiguieron granjearse un nombre en el panorama andaluz y nacional que no tardó mucho en traspasar fronteras.
De Cibeles a Nueva York: reconocimiento mundial
1985 fue el año que marcó un antes y un después. En esta fecha sus diseños desfilaron en pasarela de Nueva York (uno de los lugares deseados por todos los modistas), y a partir de entonces su marca ya era conocida en diversas partes del mundo con desfiles en Cibeles y aperturas de numerosas tiendas en varios países.
Pronto diversificaron sus productos, adentrándose en el mundo de la permufería e incluso del diseño de interiores. Sin embargo, su verdadero reconocimiento sobrevino con sus vestidos de novia.
En 1995 ya observaron que estos eran los diseños que más interés despertaban por lo que se decidieron a crear su primera colección y presentarla en un desfile en Barcelona. Lograron convertirse en los primeros diseñadores que presentaban una colección prêt-á-porter para novias.
Asimismo, estos andaluces incluso consiguieron despertar el interés de Hollywood con sus modelos andaluces. Llegaron a participar en el vestuario de la película El Guardaespaldas, protagonizada por Whitney Houston.
Era tal su maestría con la aguja que recibieron el premio Guiness a la bata de cola más larga del mundo que crearon para el ballet A través del Espejo de Víctor Ullate (70) presentado en Nueva York.
Unidos por la moda y el amor
La relación entre José Luis y José Víctor no se restringe al taller. Mantienen una relación sentimental desde hace más de 30 años. Sin embargo, a pesar de ser una pareja consolidada y de sobre conocida, poco se conoce de su vida privada (soy muy celosos de su intimidad).
El 15 de marzo de 2007 los diseñadores se dieron el 'sí,quiero' en una ceremonia íntima que tuvo lugar en la localidad sevillana de Carmona. La boda fue secreta, y es que solo estuvieron acompañados por dos testigos.
La noticia se conoció a través de un comunicado que enviaron a través del gabinete de prensa de la firma de moda. En el documento agradecían en nombre de la pareja las muestras de cariño y las felicitaciones recibidas por parte de los profesionales de distintos medios.
Además, rogaban comprensión y "el máximo respeto" en el tratamiento de la noticia, por entender que "este feliz acontecimiento forma parte del ámbito de su vida privada".
De Sevilla a Nueva York, y del pequeño taller a una gran empresa, Victorio y Lucchino han tenido una vida repleta de altibajos, situándose en la actualidad en uno de los peores momentos profesionalmente.
[Más información: Victorio y Lucchino, inhabilitados para administrar empresas por orden del juez]