Ana Rosa (62 años) y Susanna Griso (48 años). Las dos reinas de las mañanas, las caras de la televisión durante los desayunos, las directoras del análisis matutino. Madres de tres hijos -cada una-, cabezas de familia y empresarias. La madrileña y la catalana han convertido su éxito televisivo en su mejor apuesta de negocio.
Parecen dos periodistas muy diferentes dentro de la televisión pero que tienen muchos puntos en común en su vida personal y en el ejercicio profesional. Ambas presentadoras, a la cabeza de sus respectivos programas, Espejo Público y Ana Rosa, siempre dejan espacio para su entorno familiar.
La feliz maternidad
Aunque los proyectos profesionales copan gran parte de su tiempo, ninguna de las dos abandona su faceta maternal. En 1986 Ana Rosa vivía en Nueva York con su primer marido, el también periodista Alfonso Rojo (66), junto a él tuvo su primer hijo, Álvaro (32), cuando estaba inmersa en su trabajo como enviada especial de la COPE. Ella tenía 30 años y, como ahora, tenía claro que los dos ámbitos tenían hueco en su vida. Como ella, Susanna Griso volcó su ilusión de ser madre y tuvo dos hijos: Mireia (12) y Jan (15) con su marido Carles Torras (51).
Las coincidencias entre ambas llegan con sus últimas maternidades. Las dos decidieron tener su último hijo a los 48 años, pero de formas muy distintas. La madrileña se quedó embarazada de su segundo marido Juan Muñoz en un embarazo de riesgo debido a su edad. Todo salió bien y nacieron los mellizos Juan (13) y Jaime (13).
La última maternidad de Griso ha sido diferente a las demás. La catalana, también con 48 años, ha viajado a Costa de Márfil para recoger a su hija adoptiva que ya está en España y que disfruta junto a su familia.
Las dos madres orgullosas disfrutan junto a su familia siempre que pueden y así lo muestran en sus redes sociales. Las presentadoras aprovechan las tardes y las vacaciones para estar junto a sus pequeños.
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Dos referentes televisivos
Las dos, madres de familia numerosa, no han abandonado nunca su el ámbito profesional y han hecho de su labor un referente en las mañanas televisivas. La trayectoria de ambas ha desembocado en un mismo río, en la televisión.
Son las dos periodistas con más protagonismo en las mañanas de televisión. La benjamina sigue los pasos de la madrileña y combina la tertulia política con los temas del corazón. Las presentadoras compiten en horarios, formato y temas. Las dos dirigen su programa con la destreza de la experiencia y los años.
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En la lucha feminista
Fueron dos de las cabezas visibles del pasado 8 de marzo. Las presentadoras lucharon en sus programas por una mayor visibilidad de la huelga de aquel día y cuando llegó el momento, abandonaron el plató y decidieron unirse al comunicado feminista de las periodistas.
"Yo me uno al manifiesto de las periodistas, que es universal y apolítico. Voy a hacer un paro y voy a ir a la concentración y a la lectura del manifiesto", comunicaba Ana Rosa que decidió cancelar el programa de aquel miércoles. Por su parte, la presentadora de Espejo Público decidió secundar la huelga sin cancelar la programación y puso al frente a Albert Castillón.
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