Se desconoce cómo ha sentado en la casa de los Aznar-Botella la demoledora sentencia de la trama Gürtel tras años dando coletazos. La Audiencia Nacional ha condenado a 51 años de cárcel al empresario Francisco Correa (62 años), 33 para Luis Bárcenas (60) y 15 para su mujer Rosalía.
La trama de corrupción que anidó durante el aznarismo ha tenido su fallo y ahora, 15 años después, parece inevitable acordarse de aquellos felices años. En concreto, de aquel 5 de septiembre de 2002 en el que Ana, la hija de José María Aznar (65), contraía matrimonio con Alejandro Agag (47).
Como presidente del Gobierno, José María gozaba de un buen plantel de amigos, compañeros políticos y de buena amistad con magnas figuras de toda índole. Eran tiempos de vacas gordas, de no escatimar y su hija parecía toda una infanta. Aznar hizo alarde de su generosidad e invitó a aquel enlace a muchos de los 'suyos'. Los acontecimientos que se han sucedido en los últimos años ilustran a la perfección la caída a los infiernos experimentada por algunos de ellos, ya sea en el ámbito profesional, personal, judicial e incluso vital. Aquel 'sí, quiero' pasará a los anales de la historia como la boda de la maldición del Escorial y JALEOS ha hecho un repaso por los invitados 'malditos' desde la actualidad de la sentencia.
Luis Bárcenas y su mujer Rosalía
El extesorero del PP parece estar a punto de volver a conocer lo que es estar privado de libertad. Si bien ya estuvo en la prisión de Soto del Real, ahora la sentencia de la Gürtel lo ha condenado a 33 años de cárcel, 4 meses de cárcel y más de 44 millones de euros de multa. Según la Audiencia Nacional, Bárcenas fue una pieza fundamental en el "auténtico sistema de defraudación del erario público". Por su parte, su mujer, Rosalía Iglesias Villar, debe hacer frente a 15 años y 1 mes de cárcel.
Francisco Correa
Finalmente, la Audiencia Nacional lo ha condenado a 51 años y 11 meses de cárcel de cárcel como director de la trama Gürtel. Lo cierto es que en la boda de Ana Aznar (36), el cabecilla se las prometía feliz de la mano de su entonces esposa. Quién le iba a decir en aquel momento que, años más tarde, hasta su matrimonio saltaría por los aires envuelto en una de las redes corruptas más importantes de la democracia.
Jesús Sepúlveda (63) y Ana Mato (58)
El que fuera matrimonio conoció de cerca el caso Gürtel y ahora la sentencia ha sido esclarecedora: Sepúlveda hará frente a 14 años y 4 meses de cárcel y Mato como partícipe a título lucrativo con 27.857,53 euros por viajes y eventos familiares.
Álvaro Pérez, El Bigotes
El presunto líder de la Gürtel en la Comunidad Valenciana también terminó condenado a 12 años y tres meses de cárcel por una de las piezas de la trama. Finalmente, la sentencia lo ha absuelto. El Bigotes está considerado el 'hombre en Valencia' de Francisco Correa y responsable de Orange Market, filial valenciana de Special Events -empresa de eventos de Correa-, que obtuvo numerosos contratos públicos y actos electorales en la Comunidad Valenciana.
Los otros salpicados
Aunque no han sido condenados en el marco de la trama, las siguientes personalidades de algún modo sí se han visto envueltas en la misma o en algún escándalo.
Rodrigo Rato (69)
El que fuera vicepresidente económico del Gobierno y presidente de Bankia no ha conseguido que la Audiencia Nacional de Madrid archive la investigación abierta contra él por blanqueo de capitales. Las tarjetas black pintaron negro su futuro. En su caso, la sentencia dictaba cuatro años y medio de cárcel por aquellas irregularidades. Rato acusó a la Guardia Civil de montar un dossier político contra él y les recriminó por "tergiversar las realidades".
Miguel Blesa
El expresidente de Caja Madrid también probó los sinsabores de prisión en 2013. Sumaba en su portfolio judicial varias causas pendientes como la supuesta estafa de las preferentes y los presuntos sobresueldos a los anteriores directivos de la entidad. Fue en julio del pasado año cuando Blesa optó por quitarse la vida pegándose un tiro en el pecho con una de sus escopetas de caza. Esta drástica decisión vino impulsada por la condena a seis años de cárcel por el caso de las tarjetas black.
Francisco Camps (55)
El Camps que se dejó ver por la boda de Ana Aznar rezumaba seguridad y felicidad. Parecía que nada se le resistía. Tras su paso por la Generalitat Valenciana, se retiró de la política activa y tuvo que defenderse de las acusaciones por su relación con la trama Gürtel. Fueron aquellos presuntos regalos que recibieron tanto él como su mujer los que lo sumergieron en un pozo en la antípoda de aquellos felices años.
Jaume Matas (61)
El expresidente balear y exministro tiene pendientes varios asuntos con la justicia. Inmerso en un remolino de causas corruptas, una de las primeras le llevó a la cárcel en 2014 debido al tráfico de influencias. A principios del año 2017 fue condenado nuevamente a tres años y ocho meses de prisión, así como a siete años de inhabilitación especial en la que constituyó su tercera condena.
Rita Barberá
La exalcaldesa de Valencia falleció en 2017 después de sufrir un infarto fulminante mientras descansaba en un hotel de Madrid. El suceso despertó todo tipo de sospechas teniendo en cuenta que Barberá había declarado dos días antes por un presunto delito de blanqueo de capitales en el ayuntamiento valenciano. La operación Erial -en la que han sido detenidas siete personas- tuvo su origen en un hallazgo casual durante la operación Taula, en la que se investigó a Rita Barberá y sus concejales.
Esperanza Aguirre (65)
Aunque no de forma directa, los últimos años han golpeado de manera colateral a la que fuera presidenta de la Comunidad de Madrid. Aguirre declaró como testigo en el marco de la Gürtel sobre las prácticas de fraccionamiento de contratos en el Gobierno autonómico y acabó dejando sus cargos públicos tras la imputación de algunos de sus hombres de confianza, como Ignacio González (56) o Francisco Granados (53).
Así las cosas, este es el repaso por las vidas actuales de estos invitados que, de un modo u otro, han visto cómo la sentencia de la trama los ha 'unido' y puesto más de actualidad de lo que les gustaría. Ana Aznar no debe mirar en lo ajeno para darse cuenta lo que su boda trajo años más tarde; sus propios padres también han sido en estos años objeto de críticas por sus respectivas gestiones políticas. La guerra de Irak por parte de José María y la venta de pisos de protección oficial a fondos buitre como alcaldesa de Madrid por parte de Ana Botella, han mermado su imagen pública. Cómo pueden llegar a cambiar las vidas en tres lustros.
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