El teatro Quintero de Sevilla tiene los días contados bajo el nombre del afamado presentador andaluz. La relación de Jesús Quintero (77 años) con la empresa propietaria del local, Inversiones Frois Lissen S.L, está más tensa que nunca después de dos años y medio de impagos por parte del periodista y de reclamaciones baldías que acabaron en una solicitud de desahucio.
Se resiste a pagar y ya la cuantía asciende a 540.000 euros. En noviembre del año pasado Jesús rehusó el ultimátum del juez de primera instancia de Sevilla, y ahora JALEOS se ha puesto en contacto con el letrado de la parte demandante -la comunicación por parte de este medio con el abogado que defiende los intereses de Quintero ha sido imposible- para conocer en qué punto judicial se encuentra la situación.
"La otra parte -Quintero- recurrió la sentencia de desahucio, pero, claro, para poder hacer este recurso él debía aportar pruebas de que disponía de la cantidad reclamada, cosa que no hizo. Solo quiere prolongar y dejar que pase el tiempo entre tanto recurso. Como se esperaba, interpuso un recurso de apelación que no se lo admitieron", asegura a este medio el abogado. Según su opinión, Quintero se enroca en las argucias legales disponibles para no poner al día su deuda. "Existe un importante daño y un nulo interés por su parte que ya se alarga dos años y medio. Nosotros hemos hecho la oposición al recurso de apelación y estamos convencidos de que este arduo proceso terminará en torno a 10 meses. Depende de la Audiencia", apostilla el jurista. Parece que los dueños del local del teatro -muy conocido en Sevilla y de gran reputación pese a todo- ven la luz al final del tedioso proceso.
Desean que la resolución en firme llegue lo más pronta posible: "El contrato del teatro está ya resuelto, pero no es firme. El siguiente paso es la entrega de llaves. Estamos muy interesados en que se produzca porque el teatro ya cuenta con clientes interesados en comprarlo y cambiarle el nombre cuanto antes".
De sus palabras se deduce que no existe ningún rescoldo de esperanza en que Jesús Quintero pague el alquiler de tanto tiempo. "Jesús ni ha pagado ni va a pagar, no lo ha hecho nunca y no lo va a hacer ahora", sentencia el letrado.
"Hubo un contrato privado que Jesús firmó en 2006"
Ya en noviembre de 2017 este medio se interesó por la raíz del problema. Realmente, ¿dónde radica este desencuentro entre las partes?, preguntaba este medio. "El abogado de Jesús Quintero metió la pata al decir que el contrato que firmaron las partes en 2006 cuando Jesús llegó al teatro tenía cláusulas leoninas y abusivas. Es una barbaridad. Hubo un contrato privado que Jesús firmó y con el que estaba de acuerdo", razonó entonces el que era el abogado de la parte demandante, que meses más tarde pidió la venia. El problema, según la versión de este jurista, es que el letrado que defiende al locutor ha mantenido en todo este tiempo que la firma que rubricó Quintero aquel 2006 era falsa: "Esa persona defiende eso cuando Quintero reconoce que sí que es su firma. De todas formas, si quiere apelar deberá pagar los meses que debe de alquiler".
En el recurso que interpuso la defensa de Quintero se esgrimía que el periodista reflotó el local cuando este estaba en ruinas, para lo cual tuvo que acometer una importante reforma. Razones por las que el loco de la colina consideraba al teatro "como su hijo" y dejaba patente su intención de luchar durante todo el recorrido de la demanda para evitar el desahucio. Solo dentro de unos escasos meses se sabrá si el teatro seguirá llevando su nombre.
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