Raquel Sánchez Silva (45 años) ha conseguido que su vida dé un giro de 180 grados. Atrás ha quedado su etapa vital más difícil: la trágica muerte de su marido Mario Biondo el 30 de mayo de 2013. Se conocieron en 2011 durante la grabación de Supervivientes, donde ella ejercía de presentadora y él de cámara, y su amor fue tan intenso que al año siguiente ya se dieron el 'sí, quiero' en Sicilia. Pero de nada de eso queda constancia en las redes sociales de la cacereña, todas las fotos correspondientes al periodo de 2012 a 2013 -lo que duró su matrimonio- han desaparecido de sus perfiles.
No quiere recordar. Quizá por miedo a sufrir o simplemente por centrarse en el presente y en lo que vendrá. O quizá aconsejada por algún especialista, porque lo cierto es que, al igual que sus fotografías de Instagram, ella misma también desapareció del panorama televisivo tras quedarse viuda.
Desde el 6 de junio de 2013 hasta el 16 de febrero de 2014 no se tuvo noticias de Sánchez Silva. Retomó su vida laboral con el programa de Cuatro Deja sitio para el postre a principios de año, cuando ya llevaban meses sonando rumores de que la presentadora había rehecho su vida junto a otro hombre. Y así fue, pero la foto oficial de la pareja no llegó hasta junio de 2014.
Matías Dumont, un productor audiovisual argentino, estuvo al lado de Raquel en su momento más difícil y consiguió que recuperara la sonrisa. Los meses posteriores al trágico fallecimiento de Biondo fueron una pesadilla para la extremeña, pues el caso de la muerte de su marido -cuya investigación sigue abierta- estuvo rodeado de polémica porque la familia del cámara aseguraba que fue asesinado y conocían a los autores. Además, no dejaban en buen lugar a Raquel, ya que declararon a los medios que "su relación de pareja estaba lejos de ser idílica".
En medio de estas acusaciones, la televisiva encontró el consuelo en un hombre que, casualidad o no, comparte mucho parecido físico con Biondo. Incluso tienen en común lo rápido que se afianzaron sus relaciones con Raquel. Con el primero se casó al año de conocerse y con Matías Dumont fue madre al año y medio de comenzar su noviazgo.
El 21 de septiembre de 2015 nacieron sus mellizos, Bruno y Mateo. No presume de ellos en redes sociales, del mismo modo que tampoco lo hace de su pareja. No existen fotos de los cuatro en sus perfiles de Instagram o Twitter, y es que parece que desde aquel 30 de mayo de 2013 quiso alejar su vida privada del foco mediático.
Ha sido en contadas ocasiones -tres, exactamente- las veces que ha posado en público con el padre de sus hijos. Y es que ante el mundo solo quiere presentarse como trabajadora de la televisión que es, que se hable solo de su faceta profesional y menos de la personal. Y la realidad es que actualmente no puede poner quejas en ninguno de los dos aspectos.
Ha creado una familia en estos cinco años de la que ya no se separa. Además, en el terreno laboral las cosas no pueden irle mejor. Ya cuando conoció a Biondo era un rostro muy popular de la pequeña pantalla tras haber triunfado en programas como Pekín Express, Supervivientes, Acorralados o Perdidos en la tribu, pero después de retomar la tele también recopiló éxitos gracias a Gran Hermano Vip: Última Hora, los debates de Supervivientes y en la actualidad con Maestros de la Costura de TVE.
Raquel Sánchez Silva ha vuelto a los eventos y photocalls debido a que en este 2018 es una habitual de la parrilla televisiva, pero cuando busca alejarse de los flashes de las cámaras se refugia en sus amigos o busca la calma en una escapada por la naturaleza o se deleita con platos de cocina casera. La presentadora quiere olvidar el horror del pasado y ahora más que nunca, ya que es madre de dos pequeños. Pero mientras tanto, otra madre, la de Mario Biondo, se resiste a dejar la lucha por descubrir la verdad sobre el caso de su hijo.
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