Aramís Fuster solicita una orden de alejamiento contra su supuesto acosador
JALEOS ha hablado con la vidente tras el anuncio de que, por fin, ha decidido acudir a la policía para denunciar el acoso que sufre desde hace meses por parte de un hombre en Marbella.
30 mayo, 2018 16:30Noticias relacionadas
Aramís Fuster (64 años) está aterrada. El miedo se ha aferrado a ella como un fiel acompañante. La vidente lleva seis meses sufriendo acoso por parte de una misma persona y, como ella misma ha explicado a JALEOS, ha decidido denunciar ante la policía de Marbella, lugar en el que viven ella y su acosador.
"Tengo miedo a que me mate, me ha amenazado, dice que si no soy suya me mandará un sicario", explica al otro lado del teléfono con la voz entrecortada. Todo ocurre después de que confesara a este mismo medio el pasado mes de marzo que temía por su vida pero que no tenía intención de denunciar porque había "personas con muchísimo poder".
La historia ha dado un giro de 180 grados. Aramís ha decidido dar un paso adelante y pedir ayuda porque ya no soporta más la situación en la que se encuentra. "Estoy siendo sometida a extorsiones y chantajes, es humillante", habla. No puede más y por eso ha pedido una orden de alejamiento para esa persona. "Primero se tienen que poner en contacto con él para comunicar la denuncia y luego ya se verá", aclara la televisiva.
Aramís está abatida, no quiere -ni puede- salir de casa. El pavor le maneja en esta situación. "Si me tienen que matar que sea pronto porque así no se puede vivir", lamenta.
Cuenta que se trata de un hombre que la está coaccionando. "Es una persona que se ha obsesionado conmigo y al ver que yo no cedo a sus requerimientos me chantajea, extorsiona e insulta".
"Me va a matar, si salgo de mi casa me mata", cuenta nerviosa. La situación es límite para la vidente que lleva recibiendo amenazas desde diciembre del año pasado. Más de medio año lleva encerrada entre las paredes de su casa marbellí.
No quiere entrar en más detalles. Quiere dejar el trabajo en manos de la policía que lleva cuatro días junto a ella analizando el caso y las pruebas que ha aportado. Fotografías, grabaciones, listados de los centenares de llamadas telefónicas y mensajes, multitud de evidencias que amparan su versión. Día tras día en comisaria, buscando una solución que pueda poner fin al drama.
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