David Bustamante (36 años) y Yana Olina (30) definitivamente ya no se esconden. O sí. El pasado miércoles se celebraba en Madrid la première de la película El intercambio, dirigida por Ignacio Nacho y protagonizada por Pepón Nieto (51), Hugo Silva (41) y Rossy de Palma (53). En la fuerte convocatoria de invitados que pasaron por photocall, sonrieron y atendieron a prensa no se encontraba la bailarina rusa, que prefirió usar 'la puerta de atrás' y obtuvo un exclusivo sitio en la primera fila de los cines del Palacio de la Prensa. ¿A qué se debe su asistencia? ¿Está cobrando por acudir a eventos como nueva 'novia de'? 

Nada más lejos de la realidad. JALEOS ha podido saber en exclusiva que Rossy de Palma, participante del concurso Bailando con las estrellas, extendió la invitación personalmente no solo a Yana sino también al resto de bailarines del show de Televisión Española. La discreción de Yana a la hora de llegar hasta el front row no fue suficiente como para que se corriera la voz y alguna cámara captase su presencia. 

Resbaladiza con los medios y ocupando su silla bastante antes de que empezase el film, solo un compañero emprendió su búsqueda hasta conseguir un intento de declaraciones con el correspondiente placaje por parte de sus compañeros de pista. Yana es la chica del momento, pero hasta entonces, ni rastro de Busta en los míticos cines de la Gran Vía. La sorpresa llegó después: un sonriente David Bustamante aguardaba en solitario a las puertas del cine. Atendía a quienes le pedían fotos pero con la mirada fija al fondo de la sala, esperando a ver a su chica, que finalmente aparecía con pelo suelto y blazer blanco impoluto. 

Entre la multitud, la pareja puso rumbo a la fiesta privada cuya ubicación era el Cambridge Soho Restaurant de la Plaza de España. No estuvieron demasiado tiempo. Llegaron alrededor de la 12 de la noche y abandonaron la estancia antes de la 1:30 horas. En los 90 minutos que permanecieron, la pareja se sentó de espaldas al resto de los invitados, algo apartados y con la única compañía de los incansables protectores de la rusa. La anécdota más reseñable llegó al final. David y Yana decidían marcharse. En su camino hacia la puerta de salida, chicos y chicas pedían a Busta el correspondiente selfie fan. 

El de San Vicente de la Barquera, sonriente y amable accedía a tomarse las instantáneas con quienes se las pedía. Entre tanto su chica esperaba y se despedía de parte del equipo de baile. Entre el agobio y algún empujón, el fotógrafo oficial de la fiesta tira una foto en la que Busta intuye que comparte plano con Yana. Y efectivamente así es. El cantante no duda en parar el momento con sus fanáticas para instar (o más bien exigir) al fotógrafo que borre la imagen en la que sale junto a Yana.

La salida de la pareja se presumió tan alborotada como la entrada. Yana, escoltada por sus dos inseparables compañeros de programa y Busta unos metros por delante. Resuelto el trabajo 'guardaespaldístico', los bailarines volvieron a la fiesta y Busta y Yana tomaron su coche y marcharon al ático de Pozuelo de Alarcón, propiedad del cantante. Hoy, de nuevo, hay que ensayar.

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