Jordi Hurtado (60 años) ha conseguido llegar al número 5.000 del programa Saber y ganar, ya todo un clásico en la televisión española. En todo este tiempo el presentador ha conseguido ser uno de los rostros más famosos de nuestro país, y aún así es un personaje del que poco se conoce.
Más allá de los memes y las bromas sobre su inmortalidad, la historia de este periodista nacido en el seno de una familia de inmigrantes trabajadores en Sant Feliu de Llobregat está llena de curiosidades hasta ahora desconocidas para la mayor parte del público.
Inicios en la radio
"Empecé por vocación en la radio, me gustaba esa forma de comunicar", explica el presentador en una entrevista en la web Verbália. Hurtado comenzó en 1976 a trabajar en la radio con grandes ilusiones y esperanzas de convertirse en un comunicador de éxito.
Muy pronto quedó patente el talento del joven Hurtado. "No buscaba estudiar periodismo en la facultad", por lo que fue otro periodista más que se curtió a base de horas de trabajo y aprender a base de errores.
"Fue entrar e Ràdio Joventut, y trabajar y trabajar, sábados, domingos, lo que fuera", un buen entrenamiento para lo que le esperaba con Saber y Ganar. "Que te dieran un micro y unos discos era fantástico, la hostia, increíble, una época maravillosa", comentaba al respecto el catalán.
Presentando el programa La radio al sol, en Radio Barcelona de la Cadena SER, espacio con el que ganó el premio Ondas en 1982, y pronto vieron que su futuro no estaba en este medio. Así dio el salto a la televisión a mediados de la década de los ochenta.
El salto al estrellato
"En 1985 vino un loco, Sergi Schaaff (productor posteriormente de Saber y ganar), que puso a un niño que hacía radio (y que le dijo que quería hacer tele) a presentar el Si lo sé ni vengo, que era un programa que se emitía por La 1 por la noche y lo veían 20 millones de personas. Aquello era bestial, fue una escuela impresionante", recuerda el presentador.
Hurtado dirigía el programa junto a Virginio Mataix y pronto se convirtió en todo un éxito. Al talento de los dos periodistas se unió que era un época en que los concursos televisivos estaban en pleno auge y conseguían reunir a la familia en torno a la pantalla.
En el primer programa se veía a un Hurtado mucho más joven, con el pelo más denso y acolchado, con unas grandes gafas redondas de color marrón y con toda la naturalidad y profesionalidad que sigue demostrando hoy en día. "Buenas noches. ¿Qué tal están? Todo controlado y todo está preparado", decía el presentador al inicio del programa.
El éxito del espacio permitió que se mantuviera en antena hasta 1988. Sin embargo, tuvo una mayor importancia en el plano personal ya que fue en este programa cuando conoció al realizador Sergi Schaaff, con el que crearía posteriormente Saber y ganar.
Tras terminar con Si lo sé ni vengo, Hurtado pasó por diversos proyectos que le granjearon cierto reconocimiento y experiencia: La liga del millón, el programa deportivo Estudio Estadio, el espacio radiofónico La alegría de la casa... Pero ninguno de ellos terminaba de cuajar, ni siquiera cuando hizo el doblaje de Epi para el Barrio Sésamo, y tuvo que esperar hasta 1997 que comenzó Saber y ganar.
5.000 programas de 'Saber y ganar'
Han pasado tantos años que resulta raro pensar en Jordi Hurtado sin Saber y ganar, y viceversa. El presentador ha demostrado a largo de todo este tiempo convertirse en todo un referente. Uno de los detalles que más sorprende a la gente sobre su trabajo en este programa es que no utiliza ni telepronter ni pinganillo.
Sus únicas guías son el guión que lee antes de comenzar y las tarjetas con las preguntas que tiene sobre su mesa. El resto de las bromas y guiños que hacen tan especial este espacio surgen de la pura improvisación de Hurtado. "Todo me lo invento junto con Juanjo y todo va fluyendo según pasa y según lo que dicen los concursantes", confesó el catalán en el FesTVal de Vitoria del año pasado.
Otra de las curiosidades que más destacan de Hurtado en Saber y ganar, además de su juventud durante más de 20 años, es que en estos 5.000 programas solo faltó al trabajo en una ocasión. Tuvo que ausentarse por una afonía y una pequeña intervención quirúrgica, tiempo en el que fue sustituido por Luis Larrodera (44).
Fiel al programa, y a su mujer
Jordi Hurtado, al igual que se ha mantenido fiel con su programa, lleva varios años casado Palau Rosa, una catalana de pelo rubio y que comparte con él su pasión por el trabajo y por la discreción. Su pareja ocupa el puesto de directora comercial de Nioglas S.L. desde 1996.
A pesar del tiempo que llevan juntos, poco se conoce de la pareja, y solo se exponen cuando tienen que acudir a algún photocall de un evento o una entrega de premios.
La pareja también está unida en lo profesional, pues juntos fundaron en 1993 la compañía Misola Produccions s.L., una empresa dedicada a las actividades auxiliares a las artes escénicas. Una sociedad que demuestra que Hurtado tiene talento también para los negocios, pues según los últimos datos que se disponen, en 2015, obtuvo unos ingresos de 223.000 euros, acumulando un activo de medio millón de euros.
Un personaje discreto y profesional que promete seguir sumando temporadas al que ya se ha convertido en el programa más largo de la historia de la televisión española.
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