Este pasado martes saltaba la noticia de la muerte del padre de Irene Montero (30 años), Clemente, en su domicilio de Moratalaz tras una larga enfermedad contra la que llevaba luchando un año. Sin duda, un duro golpe para la pareja de Pablo Iglesias (39), que se encontraba en un buen momento personal después de anunciar su embarazo y de comprarse, ilusionada, un chalé junto al líder de Podemos. JALEOS ha tenido acceso en exclusiva a las imágenes en la capilla del cementerio de La Almudena, en las que se le ha dado el último adiós al padre de la política.
En las instantáneas se puede ver a una Irene destrozada, con los ojos llorosos, vestida de negro riguroso y con deportivas. Como era de esperar, Montero -quien ha cancelado sus compromisos políticos y no ha acudido a la junta de portavoces del Congreso prevista para este martes- ha estado arropada en todo momento por su pareja y sus familiares y amigos, quienes se han preocupado por su estado y no la han dejado sola.
Este inicio de semana ha sido muy complicado para la número dos de Podemos. Comenzaba en el Tanatorio de la M-30, donde su padre ha sido velado y ha recibido un íntimo responso, al que ha acudido, entre otros, el flamante presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (46). Finalmente, se ha despedido de su padre en el cementerio de La Almudena, donde ha sido trasladado el féretro.
En un momento dado de la jornada, a la salida de la capilla se puede ver en las imágenes a Irene portando un ramo de flores y desahogándose con su pareja, con la que ha terminado dándose un cariñoso beso en estos difíciles momentos. De seguro, la presencia de Pablo ha sido muy reconfortante para Montero, quien se encuentra embarazada de mellizos y a punto de 'inaugurar' un proyecto de vida en común con su pareja en su nuevo hogar.
Padre e hija, muy unidos
Cabe recordar que Irene estaba muy unida a su padre. Clemente era natural de Ávila, concretamente de la localidad de Torredillas, y había trabajado toda su vida en el mundo de las mudanzas. Fue uno de los grandes apoyos de la política en el asunto de la compra del chalé, ya que según indicaron Pablo y su pareja en el comunicado para calmar la polémica sobre su hipoteca: "Irene ha necesitado pedir un préstamo a su padre. El padre de Irene ha trabajado toda su vida como mozo de mudanza y su madre es profesora de educación infantil". Mientras la portavoz de Podemos en el Congreso espera la llegada de sus bebés para otoño, se ve obligada a hacer frente a esta pérdida que, seguro, marcará su mitad de año como uno de los más duros. Parecía que iba a ser un año de bienvenidas para Irene, con la maternidad en lo personal y la nueva etapa política en lo profesional, pero este trágico revés llega en un momento inesperado en el que todo eran sonrisas.
La política, que se encuentra en su quinto mes de gestación, hace solo unas semanas se enfrentaba a la polémica de la compra del chalé de 600.000 euros, hoy permanecerá en duelo por el adiós de su progenitor, en un momento en el que ella misma ejercerá el papel de madre en tan solo unos meses.
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