Algo le pasa a Alfonso Diez (67 años). En los últimos meses es poco habitual verlo en un acto público. De hecho, ha espaciado sus salidas y no suele prodigarse en exceso por la vida social madrileña. Quizás por eso, cada vez que se deja inmortalizar es estudiado con detalle, como ha ocurrido durante la corrida de toros de la Feria de San Isidro.
Como suele ocurrir, no ha sido el hecho de que acuda a la fiesta nacional -es un gran taurino-, ni tampoco que su compañía suscite interés. Lo que ha llamado poderosamente la atención ha sido su rostro. De nuevo, ligeramente alterado.
El viudo de la duquesa de Alba ha reaparecido con una impactante nueva cara y unos protuberantes pómulos. Nada que ver con aquellas entendibles arrugas de expresión y con esas bolsas que lucía de manera natural cuando paseaba junto a Cayetana. Esos años parece que fueron sus últimos 'al natural'. Hoy luce una tez tersa, sin una sola arruga, nada de bolsas y unos sospechosas mejillas. La pregunta es obligada: ¿qué se ha hecho Alfonso?
Puestos en contacto con la clínica de la doctora Barba Martínez, este medio ha podido conocer sus operaciones: "Según se puede apreciar, se ha hecho un lifting facial -que cuesta alrededor de 5.000-6.000 euros-, una blefaroplastia de 4.000 euros para rejuvenecer la mirada, toxina botulínica, botox en arrugas, frente y patas de gallo de 300-500 euros". Con esta última intervención, Diez habría "rejuvenecido más de 15 años".
Aunque se desconoce qué manos expertas habrán 'trabajado' el rostro de Diez -hasta el momento nunca ha reconocido semejantes cambios a golpe de bisturí-, cabe recordar que la duquesa era una paciente habitual de la Clínica Dray de Barcelona y siempre confiaba en el saber hacer del médico estético francés Simón Dray, experto en inyecciones rejuvenecedoras.
No es su 'primera vez' con los retoques
No se puede negar que el funcionario siente predilección por su aspecto y por lucir impecable. Fue a principios de año cuando Alfonso acaparó todos los titulares con motivo de un sorprendente cambio en su cara. El marido de la fallecida duquesa de Alba reapareció con un rostro totalmente diferente al que tenía acostumbrado hasta el momento en el concierto que Carla Bruni (50) recitó en el Teatro Nuevo Apolo en Madrid. Ni siquiera en aquel momento su supuesta estrecha amistad con la reina Sofía logró eclipsar sus retoques estéticos.
Eso sí, ese no era, ni de lejos, su primer paso por quirófano. El marido de la duquesa de Alba saltó al foco por sus supuestas operaciones estéticas en 2013, cuando reapareció con un rostro muy rejuvenecido, algo que no pasó desapercibido. Entonces, Alfonso se sometió, supuestamente, a una operación para quitarse las bolsas de los ojos y se puso en las manos del doctor Juan Peñas.
Desde que comenzara a hacerse algún que otro retoque estético en la cara, Alfonso se habría sometido a una blefaroplastia, una cirugía para arreglar los párpados, lo que ayudó a quitar piel sobrante de sus ojos. Sin embargo, Alfonso habría seguido haciéndose algunos tratamientos de vitaminas, así como inyectándose bótox y ácido hialurónico. Intervenciones que, todo hace indicar, se quedarán en un eterno condicional teniendo en cuenta que Diez ni las ha admitido ni lo va a hacer.
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