Sofía Suescun (21 años) se deja ver como la joven fuerte y confiada que consigue alcanzar el éxito de los reality shows, una ganadora que ha generado la misma polémica que cariño. Pero nunca había contado cómo su infancia se convirtió en su infierno personal por culpa de su padre.
La ganadora de Supervivientes ha hablado por primera vez de los episodios que vivió cuando tan sólo tenía siete años y que desencadenaron sus traumas actuales. "Me recogía borracho en el coche y el plan era ir a otro bar a seguir poniéndose más borracho", cuenta Sofía en Lecturas. Explica que ella le esperaba en un banco, tumbada sobre él porque no quería entrar al bar con su padre y ver cómo se emborrachaba.
La joven explica que cuando era una niña vio con sus propios ojos las palizas que su padre le pegaba a su madre. "Ese alcoholismo era el que le llevaba a ser agresivo y pegar a mi madre. A mi nunca me ha puesto una mano encima", confiesa la navarra.
Una dura vida de la que pocas veces habla y que, según ella misma ha dicho, le han causado los traumas que la acompañan en sus relaciones con los hombres. "Puede que todo ese mal que mi padre hizo a mi madre haga que tenga esa desconfianza con los chicos", explica.
Nunca le llegó a pegar pero todo lo que vivió en relación a él y a su madre le hizo vivir en la pena y el miedo. "Le tenía muchísimo miedo. A mí no se me olvidan los palizones que le daba a mi madre", declara.
Por todo esto rompió cualquier tipo de relación paterno filial cuando la ley se lo permitió. "El día más feliz de mi vida fue con 15 años, cuando me dieron permiso para non tener que ir más con mi padre. Por fin me escucharon", aclara la joven.
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