La fibromialgia no deja tranquila a María José Campanario (39 años). Sus ingresos hospitalarios suman y siguen y en las últimas semanas ha tenido una severa recaída que la obligó a ingresar de urgencia. Ella misma ha aclarado que cuando los dolores alcanzan un nivel insoportable debe ponerse en manos de los médicos. Sin embargo, este último aldabonazo en su salud ha tenido secuelas. Según ha podido conocer JALEOS, los facultativos han recomendado a la odontóloga un cambio en sus medicamentos.
"Ella es una mujer fuerte, pero últimamente los dolores son muy intensos y apenas los aguanta. La cámara hiperbárica hay días que no le hace ningún alivio y ahora se está adaptando a unos nuevos medicamentos en los que tiene mucha confianza", asegura a este medio un familiar cercano a la mujer de Jesulín de Ubrique (44). Campanario se agarra a cualquier cosa que no le haga flaquear en su fuerza y "está con ganas" de ver los resultados que estos fármacos producen en su cuerpo y ánimo.
"Lógicamente, no es algo de hoy para mañana. Necesita tiempo para que hagan efecto en ella. Además, en su último ingreso le han aconsejado que, al menos a corto plazo, vaya a su médico diariamente o cada dos días para que la observe", continúa informando la citada fuente. Nueva medicación y visitas diarias al hospital parece que va a ser el nuevo día a día de María José. Eso sí, no le va a faltar el optimismo y la positividad. Sus hijos y su marido están a su lado incondicionalmente, pero hay algo más que la hace querer ser la de siempre. Según ha podido conocer este medio, la mujer del diestro tiene tanta "ilusión y esperanza" depositada en este cambio de medicamentos que ha retomado una idea que el año pasado su maltrecha salud le obligó a arrinconar: su 'reboda' con Jesús. "Hace poco se cumplió un año de cuando anunciaron que iban a casarse de nuevo y María José se está volviendo a plantear ponerse con los preparativos poco a poco, sin prisas", se desliza a este medio.
Pero, ¿cuándo sería el bodorrio? "A mí me han dicho que su intención es casarse cuando pase el verano. Quieren hacerlo con el buen tiempo y cuando Campanario esté bien o mejor que ahora", se apostilla. Tiene claro que nada, ni el dolor, va a frenar sus ganas de vivir la vida. "Yo te digo que antes de que acabe el año tenemos boda", apunta esperanzada esta persona con la que JALEOS ha hablado.
Diez ingresos desde 2015
Esta última visita al hospital de hace unas semanas se une a otras nueve ocasiones en que el dolor obligó a Campanario a ingresar de urgencia. Todo comenzó en septiembre de 2015 cuando sufrió una seria caída en la bañera de su casa de Arcos de la Frontera. En marzo de 2016, Campanario se sometía a una intervención de dos hernias cervicales y, tras dos ingresos más, fue en primavera de 2016 cuando se conocía que sufría de fibromialgia. El descubrimiento de su padecer no supuso el final de sus ingresos. Más tarde vendrían cuatro más hasta el de hace unas semanas; uno en julio y dos en diciembre de 2017 y el penúltimo justo después de su cumpleaños a finales de mayo.
La 'reboda', un plan más de muchos
A finales de mayo este medio se ponía en contacto con Laly Bazán, la tía de Jesulín, quien desvelaba la nueva vida que estaba intentando emprender María José tras unos meses de ardua lucha contra la fibromialgia. "María José viaja dos veces en semana a Sevilla para trabajar en la clínica dentalque lo hacía antes, ella va allí y hace sus arreglos y ayuda en lo que puede. No es algo continuo ni diario, pero le viene bien no estar todo el día encerrada en casa", opinaba Laly.
Además, Bazán apostillaba que no solo había visto un revulsivo en el trabajo; Campanario quería volver a estudiar: "Ahora está centrada en estudiar odontología infantil, le apasiona ese mundo. En este tiempo ha seguido con sus ejercicios y sus deberes, incluso cuando estuvo tan malita". Unas ganas que no hacen sino demostrar que Campanario quiere luchar.
[Más información: María José Campanario, la gran ausente en la reunión familiar de los Janeiro]