El clan Flores se convertía este jueves en el protagonista de la segunda entrega de Lazos de sangre, el programa de La 1 que viaja cada semana al pasado y al presente de algunas de las grandes sagas de nuestro país. El programa de esta semana desveló detalles desconocidos de la familia de la mano de Rosario (54 años) y Lolita (60) y de testimonios de otros rostros conocidos como Joan Manuel Serrat (74), Enrique San Francisco (63), Pastora Vega (58), Diana Navarro (40) o José Mercé (63).
Y así las hermanas recordaron cómo se casaron sus padres. "Los gitanos querían matar a mi padre porque no se había querido casar con la madre de mi hermana Antoñita. Y con mi madre se tuvo que casar a las cinco de la mañana", contó Rosario. "Mi madre me contó muchas veces que cuando se enamoró de mi padre, cogió el cielo con las manos", dijo Lolita.
También recordaron su infancia en un hogar lleno de libertad y de arte, con unos padres únicos. "En mi casa nunca hubo imposición de nada, ni mucha disciplina. Mis padres siempre venían con los artistas a casa. Me despertaba y me decía que estaba con unos artistas y yo siempre estaba dispuesta a cantar y bailar", recordaba Rosario.
Ya cuando crecieron, Rosario y Lolita recordaron que les trataron de forma distinta. "Los guiones que me mandaban no le gustaban a mi padre. Era otra época y me quedé sin hacer aquel cine", decía Lolita. "A mí me dejó hacer cine, me dejó hacer topless. Era el gitano más moderno", comentaba Rosario.
Respecto a su madre, la pequeña de las Flores recordó que "ella fue pionera haciendo rap con el Como me la maravillaría yo. Por qué se fue muy pronto, si no hubiera hecho reggaeton", bromeó.
Lolita también descubrió sus amores platónicos como Joan Manuel Serrat, al que su madre siempre llamaba José Manuel, y el real, Guillermo Furiase; y habló de otros momentos cruciales en la familia, como los problemas con Hacienda. "En su pensamiento no estaba defraudar, ni robar, ni blanquear. Ella no pagó lo que tuvo que pagar y la cogieron un poco como el conejillo de Indias", recordó.
El programa, por su parte, rescató una frase durísima de La Faraona con la que sentenció a aquellos que le habían perseguido por sus deudas con el Fisco. "La tranquilidad que me queda es que los que me han hecho daño o los políticos que me han hecho daño, serán sustituidos. Yo no tengo sustituta. Yo me moriré siendo Lola Flores".
Una buena actriz
Respecto a su Goya por Rencor, la mayor de las Flores confesó que "tuvo que irse mi madre, para que la gente volvieran los ojos hacia mí y vieran que no era un volante de la bata de Lola Flores y tenía talento. He demostrado que soy buena actriz. Que no les guste, es otra cosa".
Algo así le pasó también a Rosario en la música, que llegó a pedir a su madre que "no viniera a la presentación de mi primer disco porque no quería que me vieran como hija de… Yo lo tenía que hacer bien porque me iban a exigir y mis hermanos ya había cantado".
La pequeña de los Flores también reveló cómo superaron la muerte de Antonio -"Yo estaba destrozada, yo lo que quería era matarme sin mi hermano"- y cómo la llegada de su hija compensó un poco esa terrible tristeza. “Mi madre me mandó a Lola. Se me acabó destrozarme y maltratarme”.
"Mi hermano decía que no podía vivir sin ella. La gente que le conocía sabía que le iba a costar mucho vivir sin mi madre. Son amores y el amor es así. Si mi hermano hubiera vivido, no hubiéramos sacado tanto el pie del tiesto", Lolita.
Por otra parte, recordando la muerte de su madre, Lolita confesó que "cuando se estaba muriendo, le dijo a mi padre que le quería pedir perdón. Y él le dijo que 'a mi no me tienes que perder perdón por nada'".
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