A Mila Ximénez (66 años) se le suman los problemas, y es que al disgusto que se llevó con la 'estafadora de los famosos', Mónica Gil Manzano, se une ahora la ruptura comercial con Gustavo Marinaro, el diseñador con el que se aventuró a crear su línea de joyas hace solo unos meses.
Según ha podido conocer en exclusiva JALEOS, la colaboradora de Sálvame y el diseñador de joyas han dejado de lado su relación profesional y personal, dando paso a los reproches. Este mismo periódico hablaba con los dos protagonistas hace meses, cuando el proyecto no era más que una ilusión que se presentaría al mundo en poco tiempo. En ese momento, tanto Mila como Gustavo dejaban caer que estaban esperanzados y contentos con esta línea de joyas inspiradas en piedras naturales, una emoción que incluso se notaba en su tono de voz.
Pero lejos han quedado los tiempos de simpatía e ilusión. En conversación con Gustavo Marinaro se percibe un tono defensivo, a la vez que trata de averiguar qué quiere conseguirse con la llamada que le realiza este periódico. "Siento mucho lo sucedido", acierta a decir a este periódico el diseñador.
Ni Mila ni Gustavo han querido desvelar el motivo exacto de esta disociación, pero lo que sea que haya ocurrido ha sido de tal magnitud que "las joyas fueron desmontadas y por supuesto no serán vendidas", asegura el diseñador.
Fin de los negocios, y la amistad
La disputa no se ha circunscrito al terreno profesional y también ha afectado a la amistad que habían conseguido formar en el año que habían estado preparando las joyas. Hace solo unos meses tanto Gustavo como Mila solo tenían palabras amables y elogios para el otro: "Es una gran señora y yo le tengo un gran cariño", aseguraba el diseñador de la colaboradora de Sálvame. Ella, por su parte, era aún más rotunda al asegurar que se había enamorado "de él, de sus diseños".
Nada que ver con su situación actual. El lunes a la noche la propia Mila compartía una publicación a través de sus redes sociales (que posteriormente eliminó), en la que se veía un montaje con una fotografía de Mónica (la 'estafadora de los famosos') y otra de Gustavo. Acompañaba la publicación junto al mensaje: "Solo deseo no volver a encontrarme nunca más con vosotros. Que la vida os lleve con las indicaciones del mapa que habéis elegido en vuestra ruta".
Puestos en contacto con la colaboradora de Sálvame, asegura que lo único que puede decir a JALEOS es que "parece que últimamente tengo mal ojo para para otear depredadores", en clara alusión a Mónica y a Gustavo.
Parece que también que también quiso mandar otros mensajes a la 'estafadora de los famosos' y al diseñador a través de su Instagram, en este caso con comentarios más subliminales: "A ambos os di lo que tenía. Sin vosotros, tengo más. El océano de la honestidad sin límites", "mi recuerdo te dolerá cuando entiendas el significado de la palabra valorar" o "este es mi escenario. El vuestro ni lo sé ni me importa. Pero esta luz me la he ganado a golpes de trabajo y honestidad", se puede leer en su perfil.
Otros negocios en el horizonte de Mila
La línea de joyas no ha conseguido salir adelante, pero por suerte para Mila este no era el único negocio en el que estaba metida. Además de su trabajo en la televisión, la colaboradora de Sálvame también posee su propia línea de cremas que gestiona a través de la compañía Alexal y Malube S.L..
Es una línea de "cremas emocionales", es decir, productos cosméticos que tienen un "efecto terapéutico y afectan a nuestro estado de ánimo". Esta aventura empresarial le va muy bien, aunque esté gestionándose "poco a poco y cuidándolo mucho", tal y como comentó la sevillana a este medio hace meses.
Pero la fuente principal de sus ingresos proviene de su trabajo en televisión. Sus apariciones casi diarias en Sálvame y en Sálvame Deluxe los fines de semana le reportan un sueldo más que considerable, sobre todo teniendo en cuenta que es una de las periodistas más veteranas del programa.
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