Eugenia Martínez de Irujo (49 años) está en uno de sus mejores momentos, tanto en lo profesional como en lo personal desde que comparte su día a día con Narcís Rebollo (48). está pletórica y no es capaz de disimularlo, ni quiere, por eso mismo ha concedido una suculenta entrevista a la revista Elle en la que se sincera en exclusiva sobre su hija Cayetana (18), su relación con el productor musical y sobre sus valores.
Son varios los hombres que forman la lista de novios de la hija pequeña de la duquesa de Alba, aunque los más importantes son Francisco Rivera (44), su primer marido y padre de su hija Cayetana, y Narcís Rebollo, el hombre que le dio la felicidad y con el que se atrevió a volver a pasar por el altar, aunque en esta ocasión vestida de Marilyn Monroe y en Las Vegas.
"Yo creo que el amor se rige por el destino", asegura Eugenia a la revista. "Siempre he sido una mujer a la que le ha gustado lo difícil, que nunca se ha interesado por la gente fácil y eso supone relaciones que, lo quiera o no, son muy tormentosas, del altos y bajos", reflexiona la aristócrata sobre el amor.
Pero las cosas han cambiado mucho para Eugenia y, haciendo referencia a Narcís, asegura: "Ahora, sin pretenderlo, he descubierto un mundo que no conocía, es como si de alguna manera la otra parte te cambiara el chip. Ayuda mucho que la persona que te acompaña sea lista. En mi caso esa otra persona ha sabido llevarme muy bien", confiesa Eugenia mandando lo que puede ser un dardo para sus relaciones anteriores.
Al recordar su boda en Las Vegas, Eugenia exclama: "¡Cómo me lo pasé! Viví un momento único", asegura. "Solo me faltó mi hija, pero no era posible porque la cosa surgió de repente: estábamos en los premios Grammy, empezamos a hablarlo entre nosotros y fue como '¿Sí? ¿De verdad? ¿Te atreves? ¡Pues venga!'. Alquilé los trajes y fui a comprar los anillos más horteras que encontré", y zanja: "Solo por lo que nos reímos valió la pena. ¡Fue la bomba!".
Una mujer de valores
Si algo caracteriza a Eugenia es su carácter rebelde y comprometido: "A mí el perdón no me cuesta nada, es muy importante saber pedirlo", y explica: "Si meto la pata bajo la cabeza y me disculpo. Al instante me encuentro bien, lo único que hace el rencor es daño", un carácter que recuerda mucho al de su madre.
"La palabra 'madre' me trae nostalgia porque me falta", aunque añade: "También me da fortaleza. Sus valores quedan, aunque no esté. A veces pienso que lo bueno que he recibido me lo ha enviado ella".
Pero si Eugenia se sincera, su verdadero amor no es otra que su hija Cayetana, de la que también ha querido hablar en esta entrevista. "Es lo mejor de mi vida", comenta la aristócrata, "es alguien muy sociable, cuenta las cosas con mucha gracia y aparte, es una gran niña".
En cuanto a que haya vuelto a suspender la selectividad por segundo año consecutivo responde: "Me parece estupendo que un hijo logre muchos títulos de estudios, pero, para mí, lo importante es que sea buena persona. Ella lo es", aunque confiesa que hace con ella "lo que quiera". "Va a estudiar Relaciones Internacionales y me gustaría que saliera fuera de España, te permite vivir más anónima, algo que para ella resulta muy importante", explica.
No obstante, todo son buenas palabras para su hija, su pilar fundamental e incluso su inspiración en sus negocios: "El elefante que protagoniza mi nueva colección para Tous nació de una petición que me trasladó mi hija, quería que le pintase algo para hacerse un tatuaje y me salió el elefante de líneas sencillas y simboliza la unión la protección", asegura Eugenia.
[Más información: Eugenia Martínez de Irujo se despide de su cerdo Bacón en redes sociales]