"Si hay personas a las que yo he tenido mucho cariño no quiero hacerles daño. Rencorosa cero", aseguraba una cauta Bárbara Rey (68 años) la semana pasada en Sábado Deluxe sobre el rey emérito Juan Carlos (80) y las polémicas cintas de Corinna (53). Entonces, la artista optaba por no implicarse en exceso y por no solidarizarse con nadie en particular de esta historia, si bien dejaba claro el cariño hacia el monarca.
Esa era su postura hace unos días. Sin embargo, ahora ha cambiado algo. La vedette está decidida a llevar su vida al papel, a plasmar en un libro su apasionante vida pública y privada. Esta es una idea que Bárbara "lleva tiempo meditando y ya dispone de varios borradores", se ha asegurado a JALEOS. A la luz de esta intención, se podría entender el largo silencio de todos estos años por parte de la mujer del fallecido Ángel Cristo, así como su precavida y correcta postura.
Eso sí, no se tratarán de unas memorias al uso. Bárbara es lista. "En concreto, está estudiando realizar una novela para evitarse cualquier tipo de demanda", se desliza a este digital. De momento se desconoce en qué manos se pondrá la artista, así como la editorial, pero lo que está claro es que "no lo escribirá ella. Está buscando a la persona idónea". No cabe duda de que la madre de Sofía Cristo ha dado un definitivo paso al frente en el mejor momento: justo cuando las declaraciones de Corinna están levantando la liebre y, por ahora, han llevado a prisión al excomisario Villajero y debilitado seriamente la imagen de la corona.
¿Casualidad o premeditación? "Hombre, ella conoce a la maravilla el mundo de la televisión y sus tiempos. Esto estaba muy dispuesto por su parte. Ha sido una actuación magistral", apostilla alguien que bien la conoce. Lo cierto es que, con intención o sin ella aparte, la vida de la vedette ha cambiado sobremanera en las últimas semanas si se tiene en cuenta que JALEOS pudo hablar con ella cuando el escándalo real destapado por EL ESPAÑOL vio la luz, y su realidad era bien distinta.
Con una marcada depresión y sin ofertas de trabajo, Bárbara solo atinaba a pedir trabajo a través de este medio: "No tengo ganas de hablar, estoy atravesando por una depresión. No sé cómo decirlo, necesito trabajar y me han vetado en la televisión, en todas las cadenas. Ya no sé qué hacer". Unas declaraciones que podrían haber surtido el efecto esperado; entrevista en una revista del corazón, primera silla en Sábado Deluxe y ahora unas memorias que, de seguro, darán mucho de qué hablar y la volverán a colocar en la picota mediática de antaño.
Su escándalo con el CNI y su 'enganche' con Pilar Urbano
Su nombre volvió, de nuevo, a la primera plana de los periódicos después de que se confirmara a principios de 2017 lo que era un secreto a voces desde hacía décadas: que el CNI pagó el silencio de Bárbara Rey a cambio de tres millones de euros procedentes de fondos reservados, partida que no es necesario justificar.
La propia vedette negó entonces tal información, algo que sorprende teniendo en cuenta que ya en los años 90 denunció presiones, amenazas y hasta un robo de cintas en su domicilio. Fue en algunos platós de televisión donde no tuvo reparo en hablar de la citada sustracción y de sus relaciones con importantes personalidades del país, hasta el punto de atribuir a una "mano negra" el hecho de que sus trabajos en televisión se redujeran de forma drástica. Según informó en su momento OK Diario, el CNI abrió una cuenta el 25 de septiembre de 1996 en Kredietbank Luxembourg a la que transfirieron un primer pago, según acredita el diario. La cuenta, a nombre de la sociedad off shore W. K. Dibiapur, era una 'compte kt plus', un servicio de mayor remuneración financiera, y tenía contratado el uso de "seudónimos" para cualquier operación de imposiciones o transferencias.
La intérprete ha reconocido la reunión con ese espía que buscaba su silencio, pero siempre ha desmentido lo de la cuenta bancaria: "Si alguien la abrió y la usó sabrá qué hizo con el dinero. Nunca he estado en Luxemburgo en ese banco. Yo no sé nada ni quiero meterme en líos. Ya me han hecho demasiado daño". También negó que grabara al rey o que le sustrajera su ADN para atribuirle la paternidad de su hija Sofía Cristo.
Una controversia que, años más tarde, ha traído al presente la propia Corinna con sus 'audios indiscretos'. En el presente, Bárbara ha encontrado a su gran detractora: la periodista Pilar Urbano. Según la vedette, todo lo que dice Urbano es "mentira". Sin embargo, la aludida ha ido más allá. "Bárbara pidió 70 millones de pesetas por su silencio"; "Bárbara tenía un sueldo mensual, exigido por ella, abonado por el CESID, lo tuvo hasta que José Bono fue ministro de Defensa y le dijo a Sabino: '¿a esta señora hay que seguir pagándole este sueldo?'", son algunas de sus controvertidas declaraciones en forma de respuesta. ¿Hablará de todo esto Bárbara en su libro?
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