Desde que en enero fuera 'cazado' Julián Muñoz (69 años) bailando sevillanas a altas horas de la madrugada en la noche marbellí, han pasado siete meses y muchas novedades en la vida del exalcalde: desde una nueva condena firme de un año y un mes por el caso Locrimar, en el que obtuvo el chalé donde ahora vive con su hija Eloísa los fines de semana, a ponerle un anillo de compromiso a su novia Liv Paulo, que pertenecía a a su hermana fallecida Isabel Muñoz.
Su prometida venezolana desde hace unos meses luce el anillo en su mano con mucho orgullo: "Me lo regalo diciendo que era muy importante en su familia ya que pertenecía a su hermana y que ahora quería que lo llevara yo". A pesar de toda la controversia que hubo cuando Julián volvió a entrar en prisión, de si seguía o no con Liv, su novia venezolana, JALEOS ha sabido que han seguido con su relación y ha comprobado, a través de conversaciones de WhatsApp que Julián le deja a su "chica" el enamoramiento del exalcalde con esta empresaria marbellí.
La pareja se ve habitualmente en un apartamento que tiene Julián cerca de Puerto Banus y en otras ocasiones en el propio piso de Liv en Calahonda donde le lleva su sobrino en el coche y luego le espera. De esta manera evita persecuciones de paparazzi. Tampoco pasea ya por los lugares habituales. Aun así, hay imágenes de la pareja a las que este medio ha tenido acceso. En ellas se les ve cocinando juntos, tomando copas, e incluso bailando como cualquier pareja mostrándose su amor. Julián está muy animado y le ha propuesto matrimonio y tener hijos con ella.
A una playa nudista Costa Natura
Julián pasa parte del día por Algeciras y Sotogrande hasta que tiene que entrar en el Centro de Inserción Social (CIS) -al que fue enviado después de su 'juerga'-. Se le ha visto comiendo en el Ke, donde se sigue viendo con la novia anterior que tenía porque según le cuenta a Liv "tiene negocios con ella". No se cansa de repetirle que no tenga celos, que el único motivo de encontrarse con Karina Pau es por los asuntos financieros que tienen juntos.
Con Liv solo quiere momentos de paz y de tranquilidad. Hace unos días cuando se publicó que Julián estaba por las playas de Castedefels con otra mujer y una adolescente, el político le escribía un WhatsApp a Liv con fecha del 10 de agosto comunicándole que estaba con esas dos amigas y no tenía que preocuparse de nada.
Ella iba de viaje a Dubái. La sinceridad entre ellos es la mejor vía de la comunicación que mantienen y el secreto de la buena relación que han conseguido establecer entre ellos. Para este verano la pareja tiene planes. Entre otros, Julián le ha propuesto a su novia ir a Costa Natura, una playa nudista con hotel donde todo el mundo deambula por las instalaciones sin ropa. Otra de las escapadas de fin de semana será a las Playas de Bolonia.
Liv ya conoce a las nietas de Julián y el exalcalde a los hijos de Liv con los que mantiene una excelente relación. Mientras él está recluido, chatean como dos enamorados y los sms que le dedica Julián a su chica son de lo más cariñoso y de alto "voltaje sexual". En algunos momentos el expolítico se queja de que está harto de estar encerrado y que anhela la libertad total. Pero de momento este sueño no se va hacer realidad.
Hace pocas semanas que el Supremo le condenaba de nuevo a un año, un mes y quince días de prisión por fraude y prevaricación urbanística. Y en el otoño saldrán varios procedimientos que harán firmes distintas sentencias. El que fuera alcalde de Marbella, ha entrado y salido en varias ocasiones del CIS por razones de salud. Pero nunca se hizo la operación quirúrgica que señalaban que le iban a hacer en abril. Su propio abogado, García Cabrera, así lo confirmaba a jaleos. Su letrado sigue pendiente del recurso que interpuso para que salga con el tercer grado, pero no prospera.
En estos momentos no lleva pulsera telemática y se puede mover con libertad. En febrero de 2017, el juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional acordó, en atención a su estado de salud, que el exalcalde de Marbella podía cumplir su tercer grado residiendo en su domicilio y con un control telemático, pero esta medida de clemencia le duro menos de un año, para ser exactos. El juez tuvo en cuenta los informes médicos de Muñoz, en los que mantenía una pluripatología crónica de carácter cardiovascular metabólico y respiratorio, "que no era previsible mejoría" y que su pronóstico vital diagnosticaba que era "desfavorable a medio plazo", señalando esta patología como "crónica e irreversible". En enero de este año, tras la exclusiva que dio este medio sobre la buena vida del exalcalde bailando de madrugada sevillanas, le volvieron a ingresar en el CIS de Algeciras donde aún permanece.
[Más información: Las sevillanas del moribundo Julián Muñoz a las cinco de la madrugada]