"Estoy sereno pero disgustado", explicaba Kiko Matamoros (61 años) al comienzo de su sección del espectador en Sálvame. La tarde más dura del colaborador no había hecho más que empezar, Kiko se enfrentaba a una noticia que nunca le hubiera gustado que fuese realidad: su separación de Makoke (48).
Manteniendo la calma en todo momento, Matamoros explicó que había sido ella la que había decidido separarse: "Es cierto que Makoke es la que ha dado el paso". Una decisión que llega dos décadas después del inicio de su amor: "Me separo con las ilusiones agotadas y rotas pero queriéndola mucho y reconociendo que ha sido la mujer de mi vida".
Abatido ante lo que le espera, Kiko afirma que mantendrán las formas en todo momento: "Aunque solo sea por respetar lo que existió ente nosotros y la felicidad que nos hemos dado nos merecemos tener una ruptura civilizada e intentar hacernos el menor daño posible". Además, no ha querido entrar en detalles sobre cómo fue el momento de hablar del divorcio: "Me parece innecesario e impúdico, pero no me pilló desprevenido porque estas cosas no suceden de golpe y porrazo".
También Kiko ha explicado que la relación se ha ido desgastando con el paso de los años, sobre todo por la convivencia: "Cada vez había más distancia y menos cosas en común. Ha habido principalmente un desgaste de la convivencia. De verdad, que el motivo no es un hecho puntual"; eso sí, niega terceras personas: "No hay terceras personas, desgraciadamente, no hay terceras personas".
En lo que respecta a su nueva vida, Matamoros descarta que se pueda a volver a enamorar aunque mantiene que no vería mal que su pareja rehiciese su vida sentimental: "Entendería perfectamente que Makoke rehiciera su vida".
La pareja ha roto en un momento muy importante, ya que estaban a punto de cumplir dos años como casados y dos décadas de relación.
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