"El dolor es parte de nuestras vidas". Con estas encriptadas palabras posteaba el pasado lunes Kiko Mamotoros (61 años) su última foto antes de conocerse la que es probablemente una de las noticias más relevantes del año en el ámbito de la prensa del corazón. Su esposa, Makoke Giaever (48), ha dado un paso al frente y ha decidido poner fin a su historia de amor tras casi veinte años juntos. Las enigmáticas palabras del colaborador por fin cobran sentido.
El génesis de su relación
Se han escrito ríos de tinta sobre la relación entre Kiko Matamoros y su primera mujer, Marián Flores, hermana de Mar Flores (49). Un matrimonio que duró diecisiete años, dejó cuatro hijos y terminó de la peor manera: un cruce público de gravísimas acusaciones y un sinfín de infidelidades por parte de Matamoros. Deslealtades de las que no se arrepiente, según él mismo ha llegado a confesar: "No me siento culpable, porque no considero que le fallara a Marián, sino que me fallé a mí y a mis hijos", escribía Kiko de su puño y letra en unas memorias para la revista Semana.
En el verano de 1998, en la inauguración de un restaurante, conoció a su segundo gran amor, María José Giaever, una guapísima mujer malagueña que entró de lleno en su alma y echó raíces en su corazón. Makoke también gozaba de una vida antes de la aparición estelar de Matamoros. En junio de 1993 la chica Telecupón pasaba por el altar de la Ermita del Buen Santo de Aravaca con su primer marido, Javier Tudela. Lo hacía embarazada de tres meses de su primer y único hijo varón, de nombre homónimo al de su entonces pareja.
Dejando atrás sus correspondientes y turbios divorcios, Kiko y Makoke se pusieron el mundo por montera e iniciaron un romance tan solo seis meses después de que ella se separase. Se iniciaba un nuevo capítulo sentimental que acabaría marcado por la intermitente presencia de sus exparejas y la complicada relación entre sus relativos hijos, a efectos reales, hermanastros.
Su primera gran crisis y la llamada a la Guarcia Civil
Hace nueve años tuvo lugar el bache sentimental más fuerte que ha atravesado la pareja. Una turbia crisis que arrancó con unas vacaciones de Makoke con unos amigos en la playa y una llamada de un hombre desconocido que interceptó Kiko. Lo que hizo estallar la bomba definitiva fueron las declaraciones de María Matomoros, hija de Coto (61) y sobrina de Kiko, quien a través de Lecturas confesó que "vi a Makoke serle infiel a Kiko. Se besaba con un chico llamado Raúl. Fue un domingo, en la discoteca Pachá. Conocía al chico de vista; él estaba con la pareja de Kiko y con más chicas a la vez".
A aquel revuelo se sumó poco después la llamada de Makoke a la Guardia Civil una fría noche de enero en la que Matamoros, además, había recibido un navajazo en el cuello. Los truculentos episodios pasaron al cajón del olvido, quedaron atrás los reproches y ambos decidieron seguir adelante.
Su boda, hace menos de dos años
Solucionada y olvidada aquella gran crisis que aún planea como una nube oscura sobre las cabezas de ambos, llegaría el momento de la felicidad: su esperadísima boda. El enlace entre Kiko Matamoros y Makoke tuvo lugar el pasado 16 de septiembre de 2016. Una boda tardía y que se hizo de rogar teniendo en cuenta que el colaborador no terminaba de conseguir el divorcio de su primera esposa.
Madrid entera quedó bloqueada aquel día estival en que la pareja se daba el 'sí, quiero' con el blindaje tradicional que a continuación trae consigo una suculenta y excelsa exclusiva. 23 meses después de aquel despliegue de lujo, música en directo y gran etiqueta, la pareja disuelve su vínculo más íntimo ante la sorpresa de todos y la inminente posición de soledad del defensor del espectador, que en los últimos días ha pernoctado en un hotel de la capital, en Asturias y en Toledo junto a unos amigos.
La soledad de Kiko Matamoros
Con total seguridad, esta nueva situación emocional deja a Kiko Matamoros en el lugar más vulnerable. Con su anterior esposa, Marián Flores, lejos de mantener una relación cordial se enfrenta por enésima vez a los fantasmas del pasado, que han vuelto a escena a través de la boda de uno de sus hijos en común, Diego (31). Las últimas palabras que cruzó con su hijo fueron insultos públicos en los que lo calificó de "estúpido" y "miserable", advirtiendo además que estaría dispuesto a sentarse en una entrevista y relatar punto por punto la verdad sobre la relación con Flores.
Esta batalla paterno filial resucita tras una intervención de Diego en Sábado Deluxe donde acusó de traición a su padre al haber cobrado a sus espaldas, presuntamente, algo más de 16.000 euros por aparecer en la exclusiva de su boda. De los cuatro hijos que Kiko y Marián tuvieron fruto de sus años de amor, tan solo mantiene una relación con Laura (25). Unión restaurada con sumo mimo tras el paso de la joven por la cuarta edición de Gran Hermano VIP donde despellejó sin filtro a su madrastra, y al hijo de esta, Javier, con quien convivió en Guadalix de la Sierra.
Por su parte, la única hija en común de Kiko y Makoke, Anita Matamoros (18), pondrá rumbo a Milán a mediados de septiembre para cursar su grado en Comunicación y Moda en el prestigioso Istituto Marangoni. La pequeña, que acaba de alcanzar su mayoría de edad, ha resultado la más afectada en la decisión de separación llevada a cabo por sus padres. "No hay terceras personas y el acuerdo económico es lo que menos me importa en estos momentos", ha expresado Kiko en su colaboración semanal del programa vespertino de Telecinco. Un romance que llega a su fin y sobre el que el propio tertuliano ha afirmado que "me separo, sí, pero queriendo mucho".
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