"Madre mía, qué delgado está", fue la exclamación que más resonó durante el evento de Vogue en Madrid cuando Carlos Sobera (57 años) apareció. El rey del amor en Cuatro hacía acto de presencia en el photocall junto a su mujer Patricia. Trajeado y con su habitual pícara sonrisa de seductor, el presentador de First Dates recogió los clásicos piropos que recibe del público pero también la sorpresa por su nuevo aspecto físico. "Ahora entiendo que digan que la tele engorda", opinó una ciudadana de a pie.
Sin esa barriga incipiente que lucía tiempo atrás, una cara bastante más delgada y afilada, carente de pómulos, y un traje que, claramente, le quedaba ligeramente holgado, Sobera se mostró igual de jovial, cercano y dicharachero que siempre. Su ánimo sigue intacto. Sin separarse de su esposa en ningún momento, el conductor del espacio más romántico de la tele atendió a los medios de comunicación. Coqueto, no quiso ahondar en su evidente pérdida de peso, tan solo agradecía a la prensa sus palabras lisonjeras y llegaba a opinar sobre la cirugía estética: "Yo tengo tantas cosas que hacerme...".
El descenso de kilos ha tenido lugar en los últimos meses de manera más destacada. Las razones por las que el de Baracaldo ha reaparecido con una figura bastante más escuálida de lo habitual pueden obedecer a diversas razones. Dejando de lado la infección que sufrió en julio -y de la que nada ha contado-, en los últimos tiempos su ritmo de trabajo puede considerarse trepidante, teniendo en cuenta que se encuentra al frente del espacio de Cuatro y de Volverte a ver, en Telecinco. Un ajetreo de grabaciones que podría haber mermado en la anatomía del mítico rostro de la tele. Una cuestión, la del excesivo trabajo, que tomaría relieve si se tiene en cuenta, en una ojeada a su Instagram, que Carlos cuelga más imágenes junto a su familia, en las grabaciones de sus programas o comiendo en restaurantes. Y es que, no es alguien que practique, a sabiendas, ningún deporte de forma asidua o que muestre su esfuerzo en el gimnasio.
El amor por su mujer Patricia
La pareja está muy unida y ha conseguido formar una familia discreta ante los medios, pero tremendamente unida. Tienen dos hijos: Natalia (10) y Arianna, la hija adolescente de Patricia fruto de una relación anterior. Un clan que ha aportado estabilidad al presentador y que es uno de sus grandes apoyos en su ajetreado día a día. La pareja contrajo matrimonio en 2015 en una ceremonia en Cancún, un enlace íntimo rodeado de sus amigos y familiares más cercanos. Tras la boda, y aprovechando un escenario tan paradisíaco, la pareja disfrutó de unos días de vacaciones en las tierras y playas caribeñas.
Su salud, en la diana de sus seguidores
Fue a mediados de julio cuando el presentador compartió una publicación de sus vacaciones que preocupó sobremanera a sus seguidores al afirmar que se estaba "recuperando". El presentador aparecía en la fotografía de pie, apoyado en una silla, con un pantalón corto y una gorra. Acompañó esta publicación, en la que se mostraba relajado y sonriente, con varias etiquetas entre las que incluye el hashtag #HospitalRamónYCajal. Todos estos indicios, unido al hecho de que aparece mucho más delgado en la fotografía, provocaron multitud de mensajes de preocupación por parte de sus seguidores.
"Espero que estés bien, no sé lo que te había pasado", "recupérate pronto y nos vemos en First Dates", "cuídate mucho y desconecta lo que puedas este verano, como haces en la foto, así te recuperarás pronto y bien de lo que te haya pasado", escribían sus seguidores en dicha publicación. El presentador, que siempre se ha caracterizado por un trato muy cercano con sus fans, no dudó en contestar a estos mensajes para aclarar que no hay "nada de qué preocuparse demasiado". Sobera especificó que lo que le pasó fue "¡Una infección ya superada!", a la vez que agradecía los mensajes que han llenado la publicación: "Muchas gracias a todos", escribía el vizcaíno.
[Más información: Las razones económicas por las que Carlos Sobera se deshace de su teatro]