Las redes sociales no hablan de otra cosa en la mañana de este miércoles que la guerra entre Amaia Montero (42 años) y Malú (36) en Twitter. "Me ha llamado gorda y punto", decía la vasca sobre las palabras de la madrileña en una entrevista a EL ESPAÑOL en la que se preguntaba por qué Montero tenía que estar delgada.
Una guerra en la que los internautas han empezado a posicionarse con los hashtags #TeamAmaia o #TeamMalú y han fantaseado con que ambas artistas se reencuentren en la alfombra de los premios 40 al estilo de Nicky Minaj (35) y Cardi B (25) en los VMAs.
Pero, dejando a un lado estas disputas, lo cierto es que ambas cantantes cuentan con un denominador común en sus vidas: Gonzalo Miró (37). Y es que tanto Montero como Malú estuvieron saliendo durante un tiempo con el colaborador.
La primera de ellas en salir con el hijo de Pilar Miró fue la vasca. Después de mantener relaciones con Natalia Verbeke (43) y Eugenia Martínez de Irujo (49), Miró se enamoraría de Montero allá por 2009.
Aunque en un principio la pareja jugaría al despiste con su relación, finalmente terminaron reconociendo su amor y no tuvieron problemas en posar juntos en photocalls. Sin embargo, tras dos años de relación, el joven confirmaba el final de su historia.
"Ha terminado, pero bien. Como el Atlético de Madrid con su entrenador. Con aplausos y pancartas de apoyo", comentó entonces el hijo de Miró dejando las puertas abiertas a volver a intentarlo.
Sin embargo, cada uno siguió su camino y años después Montero explicaba que mantenía una relación estupenda con él. Eso sí, empezaba a estar algo harta de tener que seguir hablando de él cinco años después de romper la relación.
"Fue un novio, nada más. Seguimos teniendo relación, es un tío estupendo. Lo curioso es que siempre que saco disco, él corta con alguien, entonces los medios me preguntan", comentaba Amaia.
Dos años después de romper con la vasca, Miró comenzaba una relación con la economista Ana Isabel Medinabeitia, exnovia de Iker Casillas (37). Pero, cuando todo parecía marchar viento en popa, la pareja lo dejaba sólo un año después.
Fue al año siguiente cuando Malú aparecía en la vida de Miró, lo que les convirtió en una de las parejas más sorprendentes de 2015. Sin embargo, esta fue una relación de lo más discreta y fueron pocas las ocasiones en las que se dejaron ver juntos.
De ahí que que su ruptura no fuera fácil de confirmar. Sería tres años después, en 2017, cuando el ritmo de trabajo y la distancia geográfica entre los dos llevarían al fin de la relación.
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