Susana Díaz (43) ha comenzado la precampaña para las próximas elecciones andaluzas aumentando sus apariciones públicas, sobre todo en la televisión. Esta mayor visibilidad ha permitido observar el increíble cambio físico que ha protagonizado la actual presidenta de la Junta de Andalucía en el último año.
El lunes la socialista acudió a una rueda de prensa con un mono azul que resaltaba esta nueva figura, mucho más esbelta y fina en comparación a las imágenes de la sevillana de hace justo un año. Ante este notable cambio físico y de rostro, JALEOS se ha puesto en contacto con la Clínica Barba Martínez. ¿Qué se ha hecho la lideresa del PSOE? "En primer lugar, ha adelgazado y rejuvenecido su rostro posiblemente con hilos tensores -que rondan entre los 500 y 1200 euros-, o con un minilifting facial del tercio inferior de la cara, de 5000", opina esta fuente cualificada.
Pero ahí no habrían acabado los cambios que ha experimentado la cara de Susana de un tiempo a esta parte, según la mencionada clínica: "Además, se puede haber puesto botox en frente, patas de gallo y entrecejo -500 euros-; potenciación de los pómulos -posiblemente con ácido hialurónico de 500 euros-, láser o plasmalaser en los parpados superiores, que le hacen la mirada más abierta y depejada, de 1500 a 2000 euros".
Por esta visita a 'boxes', su rostro habría mudado de forma más que perceptible. Donde antes predominaban las líneas curvas, ahora hay una cara más angulosa. Un efecto al que también ha contribuido el crecimiento del cabello y que la socialista haya optado por quitarse el flequillo del rostro.
Más allá de estos retoque estéticos, el cuerpo de Díaz también ha sufrido una importante pérdida de peso. El detalle más llamativo es la zona del vientre, que desde su embarazo hace dos años siempre había tenido una ligera curvatura. Lo normal en mujeres que han sido madres, ya que es una de las partes que más cuesta recuperar. Sin embargo, en la imagen de este lunes la zona abdominal aparece plana, un efecto al que contribuye el corte de este mono.
Esta transformación tampoco ha pasado desapercibida para los usuarios de Internet que la han visto estos días tras el anuncio de las elecciones andaluzas. Estos usuarios confirman en que la socialista aparece muchísimo más "delgada" e incluso hay quienes se atreven a ir un paso más allá y afirmar que con este cambio se ve "muchísimo mejor, más joven".
A principios de año el cambio ya empezaba a ser visible en Susana Díaz cuando acudió a la presentación de la obra de Paz Padilla (49). En esta ocasión escogió un traje de chaqueta en color negro en el que se podía observar que había bajado considerablemente de peso.
Todos estos cambios también se han dejado sentir en su estilo, refinándose con el paso de los años y optando en el último tiempo por prendas que remarquen su figura, como ese mono azul ceñido a la cintura que destacaba la zona del escote y su vientre plano.
'El tieso', el hombre de su vida
Susana está casada con José María Moriche, conocido también por numerosos motes como 'el Canijo', 'el Mori', 'el Marqués' o 'el tieso', como la propia socialista se refirió a él en una ocasión. Un esposo de perfil bajo que se dedica a la "preparación, tutoría, evaluación" de distintos cursos de formación.
José María es un hombre discreto, que huye de los focos que acapara su esposa y prefiere la vida "normal y corriente, de barrio", según explicaba uno de los compañeros de partido de Díaz a este periódico. La pareja vive en el barrio de León, una zona de casas bajas y calles con naranjos en las aceras, donde poseen una vivienda de tres alturas de color crema que está vigilada por cámaras de seguridad situadas en la fachada.
Díaz y Moriche contrajeron matrimonio en la capilla de los Marineros de Triana en 2002, sede de la hermandad de la Esperanza de Triana a la que está muy vinculado el esposo de la socialista.
Juntos tienen un pequeño niño, el único hijo de la pareja que fue bautizado en la iglesia de Santa Ana en pleno barrio de Triana (una de las parroquias más emblemáticas de la ciudad).