Boris Izaguirre en 'MasterChef Celebrity'.

Boris Izaguirre en 'MasterChef Celebrity'. TVE

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Boris, al borde del infarto en MasterChef Celebrity: "Como sigas así, te va a dar algo"

29 octubre, 2018 10:51

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Este domingo en MasterChef Celebrity Boris Izaguirre (52 años) ha estado a punto de sufrir un patatús en medio de la prueba de exteriores y dos enemigas íntimas han dejado de serlo para convertirse en uña y carne. Ahí es nada, de la emoción casi se marca el 112. Boris, que de normal es todo delicadeza, sensualidad y alta seducción, ha dejado ver su peor versión como capitán de equipo y, como un basilisco, ha enseñado sus colmillos y casi se zampaCarmen Lomana (70) y a Antonia Dell'Atte (58). Ellas, frente al escarnio, han hecho piña. ¡Insólito! 

Vayamos por partes. ¡El gran Boris perdiendo las costuras! Complemente fuera de sí, con los ojos inyectados en sangre y el cuello repleto de venas encolerizadas, ha gritado por primera vez en el concurso como un energúmeno. "Ya está bien de tonterías, joder, vamos a ponernos a trabajar. Dejadme ser el capitán", ha espetado a pleno pulmón, dejando de lado su timbre dulce y aterciopelado y sacando la pantera que lleva dentro. ¡Agárrense los machos! 

Boris junto a Carmen Lomana en el programa de este domingo.

Boris junto a Carmen Lomana en el programa de este domingo. Redes Sociales.

Y es que, hay que decir que este domingo las cocinas han estado más caóticas que nunca. Allí nadie entendía nada y todos iban por uvas; todo eran gritos, berridos, descontrol, mala organización, insultos e incluso vejaciones. La hecatombe definitiva ha comenzado cuando Boris ha realizado un magnífico risotto verdi en la primera prueba, una distinción que los jueces no han dudado en homenajearle con el delantal dorado. Para que me entiendan, darte eso te hace poco menos que invencible el resto del programa. Eres intocable. 

El escritor, todo pletórico y entre aspavientos, no se podía creer su buena suerte. "Oh my god", soltaba, rebosante. Ay, de ilusos está el mundo lleno. Es verdad que es un privilegio de los grandes que te permite la relajación en el resto de pruebas, pero en esta ocasión conllevaba, bien envueltito, cianuro del bueno; no solo se convertía Izaguirre en inmune, sino que debía ser el capitán de los dos equipos -rojo y azul- en la prueba de exteriores y el responsable de todo. 

Al principio, Boris ha encajado la jugada con estoicismo y deportividad. "Bueno, vamos a intentar hacerlo lo mejor posible", aseguraba con la boca pequeña. Sin embargo, con la primera de sus elecciones como capitán casi se ahorca él mismo: unir en un equipo a Carmen y Antonia Dell'Atte. ¡Demonio que te lleve, en qué cabeza cabe!

El venezolano junto a Antonia Dell'Atte.

El venezolano junto a Antonia Dell'Atte. Redes Sociales.

Una decisión que, desde el minuto uno, se veía un error de bulto. Pues bien, el caso es que una vez en los fogones y como capitán, el pobre Boris parecía más perdido que Isa Pantoja (22) en una biblioteca. De aquí para allá, el hombre no sabía a quién atender, qué ordenar, cómo imponerse y, sobre todo, de qué forma equilibrar el tiempo que dedicaba a cada equipo. 

Desde un primer momento, se ha notado a leguas la debilidad que ha sentido el capitán por el equipo rojo, el formado por Carmen, Antonia y Ona Carbonell: "Ahí es todo caos, necesitan ayuda". El azul -con Paz Vega (42)Santiago Segura (53) y Mario Vaquerizo (44)- lo entendía más resuelto y con menos problemas. Y, claro, ese favoritismo no ha gustado en absoluto a Pepe Rodríguez (50) y Jordi Cruz (39), quienes no paraban de vocearlo y reclamarlo: "Boris, por favor, no te llamo más. ¡Ven!". Además, la tensión con Lomana y Dell'Atte ha estado en su punto de ebullición durante todo el cocinado. "Boris no sabe de cocina, ese es el problema", ha opinado, nada más arrancar, Antonia, con esa bilis italiana tan propia de ella. 

Una aseveración que Lomana ha apoyado cuando Boris ha mostrado su preocupación con los jueces tras asegurar que no estaban organizados en el equipo rojo: "Pues, no estarás organizado tú, porque nosotras sí". ¡Con un par, la tía! Y lo dice ella, que se ha tirado dos horas partiendo el ajo. He llegado a la conclusión de que no se le da mal la cocina, es que es de alma lenta. Ese ha sido el primer acercamiento entre Carmen y Antonia, que ha sorprendido a propios y extraños.

¡Ellas, de repente, amigas! ¡El mundo al revés! "Boris no tiene ni idea, está en contra nuestra, pero tranquila, Antonia, que nosotras lo valemos", ha llegado a decir Carmen, más ancha que larga. Si ustedes lo entienden, les pongo un piso en la calle Serrano. "No tenemos que reñir en ningún momento, nosotras a lo nuestro".

¡Un frente común contra Boris! Algo que no ha sentado bien al venezolano, el cual, al ver que todo iba retrasado y que los platos no salían en su orden ni a tiempo, ha explotado: "Es imposible mandar con vosotras. Carmen, cállate hasta que yo te lo diga. ¡Basta, Antonia! Sois insoportables". En definitiva, una situación límite que ha provocado el enfado y los celos del equipo azul -Santiago: "Que le quiten a Boris la inmunidad ya"- y el rapapolvo despiadado de Jordi Cruz. Este se ha tenido que meter en la cocina con su chaquetilla al ver el desastre al que se abocaba el cocinado: "Ahora os calláis y me hacéis caso a mí". Las redes han prevenido al de Venezuela: "Como sigas así, te va a dar algo". 

"Menos mal que ha entrado Jordi"; "Boris ha sido el peor capitán que hemos tenido", han sido algunos de los comentarios de Carmen y Antonia, cual aquelarre de brujas. Incluso, la socialité ha soltado una palabrota por su noble boca: "Me importa una mierda que hayas sido el capitán, Boris, no lo has sabido hacer". Lógicamente, después de la comida servida a duras penas para 60 comensales, los jueces se han mostrado más implacables que nunca: "No tenemos nada que pensar". Acto seguido, le han entregado el mandil negro a Carmen y Antonia, y otro a Boris, pese a su inmunidad. El equipo azul se ha librado de la quema en la hoguera: "Al menos habéis sacado los platos a tiempo". 

Eso sí, Izaguirre no ha perdido la oportunidad de poner en su sitio a las dos nuevas mejores amigas que la desesperación ha unido esta noche: "Esto ha pasado gracias a vosotras dos, que sois encantadoras. No habéis pensado en equipo, como siempre. No vais a cambiar, habéis creado una barrera impenetrable". Pese a esta opinión cargada de ironía y rabia, lo cierto es que el jurado, por aquello de salvar a alguien de la bronca, ha destacado la buena labor de Antonia. Vamos, dicen, la que menos se ha despistado dentro del caos. "Eres de lo poco bueno que me quedo hoy", le ha hecho ver Jordi.

La expulsión de Carmen Lomana 

En la prueba de eliminación, a la que ha ido de cabeza el equipo rojo junto a Boris, las cosas no han ido mucho mejor. Bueno, al menos para Carmen Lomana. Mira que la doña este domingo le ha puesto algo más de interés a la cosa. Tampoco una exageración, ojo cuidado, pero sí un mínimo de preocupación general. Un dato a subrayar: ¡se ha llegado a manchar la cara del esfuerzo! Pues ni con esas, Lomana no ha convencido con su plato de eliminación, e incluso antes de que el jurado le diera el veredicto de su expulsión, ella sabía el final. 

En realidad, ella y todos. Ninguno de sus compañeros ha disimulado o dudado ante la pregunta de los jueces de '¿Quién crees que se va, Carmen o Antonia?' Bah, a estas alturas para qué guardar la compostura, habrán pensado. "Carmen se va con la cabeza muy alta", ha asegurado Mario. Y Paz Vega lo ha confirmado: "Nos ha dado muy buenos momentos". Con semejante apoyo, y abrazada a Antonia Dell'Atte -insisto, ¿entendéis algo?-, Lomana se ha roto: "Muchas gracias a todos por el cariño y la amistad. Ha sido un placer conoceros, es lo mejor que me llevo". De verdad, voy a ser malo: Carmen daba palmas con las orejas en ese momento. ¡Con las ganas de llegar a casa y recuperar mi vida de ricachona! Anda y que le den a estos. Mis manchurrones en la cara no están pagados. 

Lomana abrazándose a Dell'Atte.

Lomana abrazándose a Dell'Atte. Redes Sociales.

A su lado, Dell'Atte, ¡se ha emocionado con la expulsión! Las enemigas, en el fondo, se han cogido cariño, oye. Esto es una suerte de síndrome de Estocolmo o algo parecido. Estoy convencido de que esta relación la coge un psicólogo y se hace el agosto con estas dos, no me digan que no. "Las enemigas, amigas. Me ha gustado que se haya ido tan humilde. Si hubiera llegado así desde el principio, seguro que nos hubiésemos llevado mejor", asegura la italiana. Claro, Antonia, si en realidad la culpa es solo de Carmen, con lo dócil y manejable que tú eres. Un remanso de paz y tranquilidad. 

La complicada noche de Ona y el regreso de Las Retales 

Una de mis grandes favoritas de esta edición es Ona Carbonell. La nadadora catalana es alguien con tesón que conoce el esfuerzo y lo que cuestan las cosas. La veo como digna ganadora de este concurso; le pone ganas, ilusión y se nota que se lo pasa bien cocinando. Sin embargo, este domingo no ha tenido su mejor noche al arranque de los fogones. Tenía que enfrentarse, sin lugar a dudas, al peor plato de la primera prueba, una tarta mozart. La noche iba de gastronomía operística y uno de los platos más difíciles le ha caído a ella con este singular postre. 

Pese a que el chocolate le ha salido en su punto, lo cierto es que en el último momento la cobertura de la tarta se ha resquebrajado y todo se ha desmoronado como un castillo de naipes ante la desolación de Ona. Ella ha tratado de serenarse y ponerle el mayor sentido del humor al tropiezo, pero el jurado ha sido inmisericorde: "Lo siento, pero te llevas el delantal negro". Con él, Carbonell ha ido directamente a la prueba de eliminación: "Cada semana confío en que no voy a ir, pero siempre terminado yendo". ¡Y menos mal! Porque en la última prueba, Ona se ha crecido y se ha llevado el aplauso unánime de sus compañeros y del jurado: "Nunca decepcionas en la eliminación". Se conoce que la joven trabaja mejor bajo presión. 

Esta semana han vuelto a visitar el concurso de cocina dos grandes terremotos, Anabel Alonso (53) y Bibiana Fernández (64), conocidas más cariñosamente por el público como Las Retales. Ambas han hecho acto de presencia durante la primera prueba en la que el jurado se ha retirado -para hacer, al final, una cata a ciegas- y las ha dejado a ellas al frente del timón de las elaboraciones. Durante todo el rato que han estado en acción, todo han sido risas, disparates y humor. Lo cierto es que las dos gustan al público y las redes no han dudado en proponerlas como las sustitutas de Eva González (37). ¿Qué tendrá que decir la cadena ante esta oferta? ¿Las veremos semanalmente cuando la andaluza se vaya a presentar La Voz? 

[Más información: El fuerte enfrentamiento entre Lomana y Dell' Atte en 'MasterChef Celebrity']