Arranca la segunda parte de la boda de Marta Ortega (34 años) y Carlos Torretta (33) en el Centro Hípico Casas Novas, ubicado en Larín (Arteixo), en el que la belleza del paisaje y la elegancia de los invitados se han trenzado en una noche mágica de sábado. Este es un lugar muy especial para la novia, con historia, pues los caballos son su gran pasión. El club ha sido decorado con mimo para la magna ocasión por el prestigioso florista Thierry Boutemy, afincado en Bruselas y que ha viajado expresamente para engalanar el centro hípico.
Después de la ceremonia íntima y civil que tuvo lugar este viernes en la casa familiar del Paseo de la Dársena de A Coruña, en un día de generoso sol en la ciudad herculina, y del cóctel en el Náutico, los invitados, cerca de cuatrocientas personas se han dado cita en Casas Novas, elegantemente vestidos, como no podía ser de otra manera; ellos de esmoquin; ellas, de traje largo.
Este sábado noche estaba llamado a ser el escenario perfecto en el que los invitados se explayaran con atuendos de gala coloridos, ya que el cóctel de este viernes estuvo presidido por la sobriedad. Sin embargo, este sábado ha vuelto a reinar el negro. Así, la gran noche de gala estaba fijada a las 19:30 horas y, con puntualidad de reloj suizo, los invitados han comenzado a desfilar.
Así se gestó la boda del año, paso a paso
No cabe duda de que el viernes tuvo que ser uno de los días más emocionantes para Marta Ortega y Carlos Torretta, el día en que sellaban su amor para siempre en su casa familiar situada en el paseo de la Dársena, en una zona conocida como O Parrote. Este viernes los nervios y el ajetreo en sus vidas llegó desde bien temprano. Cerca de las dos de la tarde ya se convertían en marido y mujer después de que un notario, amigo personal de Amancio Ortega (82), los bendijera con el consabido 'sí, quiero'. Entonces, la heredera de Inditex, la tercera hija del magnate gallego y la única nacida de su segundo matrimonio con Flora Pérez, y Carlos Torretta, el booker de modelos, enlazaban sus vidas.
Aunque, eso sí, la rúbrica la hicieron solo con carácter íntimo, ante un reducido grupo de personas. Un total de 40. Así lo decidió desde un primer momento la novia, la cual ha cerrado y cuidado todos los detalles del enlace, dejando poco margen a la improvisación o al error. Se preparó, tras esta íntima ceremonia, una celebración de más altura y empaque para la tarde-noche en el club Náutico. Mientras esta fiesta llegaba, los novios hacían pública la imagen de su boda a media tarde, unas bellas imágenes en blanco y negro. Tras esto, ahora sí, tocaba centrarse en la fiesta de la noche del viernes. A eso de las 20:00 horas, el dispositivo ya estaba preparado y los invitados, con goteo, empezaban a llegar.
De esa fiesta poco se conoce, tal ha sido el recelo; salvo que por ella desfilaron personalidades de la talla de Rafael Medina (40) y su mujer Laura Vecino, Samantha Vallejo-Nágera, Amaia Salamanca (32), Jon Kortajarena (33) y un largo etcétera sazonado con perfiles de la talla del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo (57), y Alonso Aznar, entre otros. La celebración no debió terminar muy tarde, ya que este sábado muchos de los invitados no han dudado en madrugar y darse plácidos paseos por A Coruña. El tiempo ha acompañado, parecía como que pactaba con el amor. Tocaba descansar para la gran noche de Marta Ortega y Carlos Torretta, esa en la que amor y estilo se han dando la mano en Casas Novas.
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