Nuevo escándalo en el núcleo duro de la familia Franco. María de la O Martínez-Bordiú (66), nieta del dictador, su marido Rafael Ardid y dos de sus tres hijos, constan como propietarios de un edificio utilizado para la explotación sexual de mujeres, según publica El Periódico.
Se trata del número 133 del Paseo de las Delicias de Madrid. Bloque que, junto a otro más en la misma dirección, el 127, funcionaban como burdel las 24 horas del día. "Factorías del sexo", según fuentes policiales. Mariola Martínez-Bordiú y Rafael Ardid Villoslada llevan 44 años casados y tienen tres hijos en común. Es, sin duda, la nieta menos mediática del clan Franco.
La nieta más discreta de Franco
María de la O Martínez-Bordiú Franco, conocida familiarmente como Mariola, es la segunda hija de Cristóbal Martínez-Bordiú y Carmen Franco, única hija del dictador, fallecida en diciembre del año pasado. Mariola, al contrario que la mayoría de sus hermanos, siempre ha sido discreta, prudente y ha defendido la postura de mantenerse en un segundo plano de forma voluntaria. En un tiempo de su vida, fue la sombra de su hermana Carmen (67). Dos personas antagónicas que nada tenían que ver: dos caras de una misma moneda.
Frente a una Carmen libre, una Mariola alejada del foco mediático. Estudió arquitectura, una carrera que jamás llegó a ejercer pero que le dio la posibilidad de conocer a su razón de amor, el también arquitecto Rafael Ardid, un nieto de republicanos condenados a trabajos forzosos. Con su compañero de profesión y vida contrajo matrimonio en marzo de 1974 y tiene tres hijos: Borja, Jaime y Javier.
Los inicios de su relación con Rafael Ardid Villoslada no fueron fáciles. Su padre su oponía a la relación de una hija suya con alguien con un antepasados mancillados por la República. Tanto fue así que su boda tuvo que posponerse hasta en tres ocasiones pero lo suyo era verdadero amor. A la cuarta, en este caso, fue la vencida y Mariola y Rafael contrajeron matrimonio en el hogar franquista por antonomasia: el Palacio del Pardo.
Se trata de la última boda familiar a la que acudió el dictador Franco antes de morir. Pero su amor con Ardid era real. Prueba de ello es que Mariola es la única de sus siete hermanos que nunca se ha divorciado. Rafael fue, es y sigue siendo el hombre de su vida. En la salud y en la enfermedad. En la riqueza y en la pobreza. Y ahora, de nuevo, en el escándalo.
'Operación Desengaño'
La Policía Nacional, en una operación a la que han llamado 'Desengaño', liberaron el pasado 13 de noviembre a 23 mujeres que ejercían la prostitución en los dos citados edificios ubicados en el Paseo de las Delicias, al sur de la capital. Detuvieron, además, a 17 personas que formaban parte de una presunta organización criminal.
En concreto, el número 133 es propiedad de la inmobiliaria CM16, una compañía que según publica el mencionado medio de comunicación pertenece desde el año 2003 a Mariola Martínez-Bordiú y Franco, su marido, el arquitecto Rafael Ardid y dos de los tres hijos de ambos. Como miembros activos del consejo de administración de dicha inmobiliaria, Mariola y su familia recibieron una remuneración por valor de 794.000 euros en el último año.
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