El 29 de enero de 2018 el mismo periodismo que practica Gema López (47 años) consiguió, esta vez, que la sorprendida fuera ella. Era portada de una revista que anunciaba su divorcio. Sin embargo, el tema brilló por su completa ausencia en la escaleta de Sálvame. Silencio sepulcral, pero Gema, curiosamente, a lo largo de estos 303 días ha aumentado su actividad en Instagram.

Este jueves se cumplen exactamente diez meses desde que se conoció la soltería de la colaboradora. Solo unas horas antes de que se publicara la noticia, Gema escribía en sus redes sociales: "Necesito un respiro". Una frase que acompañaba a una fotografía en la que aparecía sonriente y tirada en una butaca de Sálvame. En ese momento, ambas partes no concordaban para el público, pero poco después se destapaba el porqué de tal afirmación.

Desde esa fecha, nada ha salido por su boca sobre su nueva etapa vital pero sus casi 150.000 seguidores han podido ver todos y cada uno de sus looks diarios para el programa. Etiqueta las marcas, hace publicidad sobre sus rituales de belleza o descanso y promociona los eventos a los que va. Además, mejoró la calidad de sus fotos y la presentación de las mismas, como hace cualquier influencer con su contenido de las redes.

Siempre muestra su mejor sonrisa para sus fans y ella es la auténtica protagonista de sus perfiles sociales. Solo sale Gema. Multiplicada por 425 veces, que es el total de publicaciones que tiene. No obstante, existen un puñado puntual de fotos en las que se percibe la silueta de su hija; suele mostrar estas imágenes cuando quiere felicitar a su pequeña, ya sea por su cumpleaños, por algún logro académico o deportivo, o por el Día de la Madre. Además, gracias a perfiles digitales como el de Gema se pueden conocer de primera mano las bambalinas de la televisión, los estudios y el interior de Telecinco.

Se ha centrado en dar vida a su perfil de Instagram llenándolo de color y excesivas sonrisas. Lo que en el mundo millenial, potenciado por el uso de las redes sociales, se conoce como postureo. Gema quiere mostrar en todo momento que el divorcio no fue ni muchos menos traumático ni ha supuesto ningún problema en su día a día. Al menos eso es lo que se esfuerza en enseñar en el terreno digital, pero de puertas para dentro de su casa todo puede ser distinto.

La realidad es que el director de teatro Antonio Pardo Sebastián (50) y ella pusieron fin a su matrimonio de mutuo acuerdo. Todo sucedió de forma amistosa, y antes de dar el paso definitivo la pareja ya llevaba meses viviendo con una separación física que finalmente se fraguó también en lo sentimental. Sin embargo, en todo momento buscaron la felicidad de su hija Nadia (10) para que la menor viviera la ruptura de la manera más normal y discreta posible.

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