Ximo Rovira (57 años) es el ejemplo de que se puede pensar una cosa y practicar otra diferente. Como prueba, un botón: él nunca creyó en la invasión de la intimidad, pero sembró la semilla del chismorreo que late a día de hoy a golpe de escarbar en los sentimientos de, por ejemplo, una Chábeli Iglesias (47) que optó por salir escaldada de su lado y dejarlo tirado en pleno directo. No era de extrañar; en ese plató de la Nou se hacinaban una jartá de periodistas en busca del renuncio, del desliz, de la desmesura... Ay, esos silencios de tele en sepia y por engrasar, esos trajes emplomados de Ximo.
Su vida laboral es de análisis; pasó de ponerse bajo el abrasador foco del emblemático programa de Canal Nou, Tómbola, a desaparecer de súbito y trabajar en los medios autonómicos casi en la sombra de lo que fue. Cuando en 1997 lo llamaron para presentar el mítico espacio precursor del corazón, él tan solo tenía una imberbe experiencia en concursos en corte de humor. Por tanto, a nadie se le escapa que Tómbola supuso un severo golpe de timón en su trayectoria.
Puede que no supiera entonces aquel joven que titubeaba ante un contenido que no controlaba del todo que estaba a punto de hacer Historia. Pegó el petardazo de la mano de rostros tan míticos en el cuore como Jesús Mariñas (76) o Lydia Lozano (57). En la memoria colectiva de aquel tinglado que se montaba en la autonómica de Valencia quedará por siempre el "Que te calles, Karmele" o la histórica espantada de directo que hizo Chábeli al grito de "esta gente son gentuza". Pero el brillo se apagó y tras algunos tumbos en Antena 3, Ximo se rindió a lo autonómico y allí continúa trabajando en el grupo Levante, tanto en tele como en radio.
Su estrella se apagó, pero hubo una época en que no pudo brillar más. Desde el comienzo de su carrera profesional, Ximo estuvo vinculado a la Cadena SER, en la emisora local de Valencia. En 1990 dio el salto a la televisión de la mano de Canal 9, en el programa Tria Tres. Ahí se curtió en el entretenimiento. Este programa era un concurso en el que los participantes, elegidos de entre el público, tenían que enfrentarse para conseguir el premio final.
Semejante espacio lo puso en la pista de salida y al año siguiente Ximo se convirtió en colaborador del programa Olé tus vídeos, un programa que se basaba en la emisión de los vídeos domésticos que la gente les mandaba. Este programa estaba presentado por Rosa María Sardà (77), pero, al ser un programa en el que colaboraban otras cadenas autonómicas, contaba con diferentes presentadores distribuidos por la geografía española. Ximo era uno de ellos. Con el tiempo, fue ampliando su currículo con nuevos formatos año tras año. Pero no sería hasta el año 1997 cuando llegara el boom de su vida, ese programa que eclipsó y plantó cara incluso a algunos nacionales: Tómbola.
Este fue considerado como el momento de máximo esplendor profesional del presentador. Este sería, además, el primer programa que presentaba que estaba dedicado en exclusiva al corazón. La primera emisión del formato llegó el 13 de mayo de 1997, un día clave para el corazón; sin saberlo, el xiquet sembró la semilla de formatos tan exitosos como ¿Dónde estás corazón?, ¡Mamma Mía! o el aun en emisión Sálvame, tanto en su edición diaria como la Deluxe.
El gran éxito del programa les permitió estar en emisión durante siete años. Ximo no solo fue el único que consiguió encumbrar su carrera, sino que los colaboradores con los que contaba también vieron disparada su popularidad. Karmele Marchante (72), Mariñas, Lydia Lozano o Paloma Barrientos fueron solo algunos de los nombres de colaboradores que pasaron por aquellas sillas; para muchos, el trampolín profesional que les abrió las puertas de un olimpo nacional.
"Hay vida después de 'Tómbola'"
En los patios de los colegios se impuso un grito de guerra: "¡que te calles, Karmele!". Un síntoma de la influencia que llegó a tener el programa de cotilleos germinal. Ahora resulta casi naif, pero fue un escándalo ver a Chabeli Iglesias abandonar indignada el plató. O el vaso de agua lanzado por Pocholo (56) a Marchante. Tómbola creó una escuela del ruido y del espectáculo sin precendentes en la televisión que llegó a los parlamentos regionales -en forma de interpelaciones- y a los despachos de las televisiones privadas. Costaba 17 millones de pesetas cada emisión. El potencial de ingresos era desmesurado. Tómbola no era servicio público, pero era rentable. Canal 9 cerró nueve años después y Rovira nunca reconoció que aquello fuera telebasura: "No me importa, aunque hace ya 14, casi 15 años que terminó. Pero lo asumo y me halaga porque tuvo mucha repercusión. Afortunadamente he tenido otros proyectos antes y también después. Doy fe que hay vida después de Tómbola".
Con su trabajo en el emblemático espacio finiquitado, Ximo pasó revista por los pros y los contras de aquel tiovivo que arrolló su vida: "Lo peor fue estar en el ojo de huracán de las criticas, que fueron muy politizadas. La televisión valenciana siempre fue un espacio de pelea política de trinchera". Parecía inevitable que, tarde o temprano, Rovira se sincerara sobre Sálvame: "Siempre termino tropezando con él y, a veces, me quedo y veo a Lydia Lozano para ver cómo ha cambiado con el tiempo. A veces me gusta verlo un rato, pero no aguanto más de cinco minutos. No es que me las dé de nada, porque me parece que Paolo Vasile (65) y su equipo lo bordan con este tipo de programas".
Hay quien vio en estas declaraciones una suerte de aversión o rechazo hacia los programas del corazón que él mismo desprecintó. Rápidamente, Ximo se justificó y no se sabe si lo mejoró: "El corazón ha cambiado tanto como nuestra sociedad. No había redes sociales, los móviles eran unos ladrillos que sólo podías llamar y mandar carísimos SMS… Ahora el corazón es algo más canalla- y no digo que Tómbola no lo fuera -pero es más endogámico. Antes había personajes con trayectoria artística como Jesús Puente o Matías Prats padre que vinieron al programa, y ahora no".
Tras probar suerte unos años en Antena 3 con espacios como Impacto Total, A3Bandas y Vaya par, Rovira volvió al Canal Nou. Desde 2013 Ximo está afincado en la radio local valenciana, con el programa Valencia abierta. Además, continúa apareciendo en la pequeña pantalla gracias a Levante TV, con su programa Valencia en directo y El arroz de Ximo, un programa de cocina.
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