Si en la televisión actual, y en la prensa del corazón, hay alguien del que poquísimo se sabe y que se dedica, precisamente, a hablar de la vida privada de los demás, ese es Kiko Hernández (42 años). Más allá de cómicas referencias a su hermético estilo de vida, o incluso a su tendencia agarrada de enfocar la economía, ¿alguien conoce cómo es de verdad y a quién ama Kiko Hernández? ¿Quién ocupa su cotizado corazón? Hace un tiempo confesó la llegada de sus hijas Abril y Jimena (1), pero en el aire quedó si lo hizo solo o acompañado de alguien especial.
El misterio de por qué lleva 16 años sorteando su vida íntima con fantástico tino, cuando ya de todos sus compañeros de Sálvame se ha pasado revista -y más de una vez-, es un auténtico misterio. Hay quien habla de cláusulas específicas por su parte para que su intimidad no se exponga. Si se analiza el pasado de este colaborador, parece imposible no subrayar su pasado por Gran Hermano en 2002 y cómo, de un concursante anónimo e inexperto en el mundo del cuore, ha llegado a ser una pieza imprescindible del engranaje de lo rosa. Como también ocurre con Gema López (47), el desconocimiento de su parcela personal despierta un interés supino por conocer cómo es ese Kiko cuando las luces se apagan.
Hijo de padres separados, ese agente inmobiliario que un día quiso entrar en GH 3 hizo historia al protagonizar la primera hora sin cámaras. Lo hizo junto a Patricia Ledesma, con quien empezó una relación tan solo diez días después del inicio del concurso. La cosa no funcionó y cortaron. La joven es la única novia oficial que se conoce del tertuliano. Si se estudian sus palabras en Sálvame, se puede colegir que alguna ilusión existe en su vida, pero, ¿por qué tanto misterio? Tan solo él, de vez en cuando, descubre su lado más tierno a golpe de exclusiva en una revista, pero siempre marcando el paso de lo que cuenta y poniendo el freno. El colaborador supo convertirse en un producto televisivo necesario en la cadena que le acogió desde el principio; constituyó en él aquello de los últimos serán los primeros y edificó la carrera que ahora le levanta como personaje esencial en Sálvame. Hernández celebra el que podría ser su mejor cumpleaños, en mitad de un gran momento personal y profesional.
Si bien nunca ha querido hablar a las claras de su vida sentimental, cuando llegaron sus hijas colmaron de felicidad al colaborador más respetado de Mediaset. Este será el segundo que festeje junto a sus pequeñas, que llegaron al mundo gracias a la gestación subrogada en enero de 2017 de forma prematura y que causaron en él sus primeros miedos como padre primerizo. Hernández ha modificado su vida en estos dos últimos años para acomodarla a la de las dos bebés, tanto es así que su 42 cumpleaños llegará en un nuevo hogar acomodado para la seguridad y diversión de las dos niñas.
Kiko ha abandonado Villa Chatín, el hogar que compró con el dinero ahorrado de su participación en el reality show para adquirir una casa que satisfaga sus necesidades paternas. El aniversario del colaborador le recibirá en su nuevo chalet de Valdeagua, una lujosa urbanización a 30 kilómetros de Madrid. El chalet, de cuatro plantas y ubicado en una parcela de 2.000 metros cuadrados, está acomodado para su flamante familia. Aunque siempre suele sacar su lado más aguerrido en televisión, el pasado mes de noviembre, cuando estaba de máxima actualidad la ruptura de Miguel Bosé (62) y Nacho Palau (47), Hernández sacó su lado más paternal y protector.
"Esos cuatro niños, por favor, hay que pensar en ellos, no se les puede hacer esto", ha repetido a menudo cuando el tema vuelve a la tertulia de Sálvame. Y es que sus hijas también son mellizas y conoce de primera mano el vínculo que entre ellas se establece. Del mismo modo que también fueron concebidas por gestación subrogada. Demasiados puntos en común con la noticia que le hacen imposible no empatizar con lo sucedido. Para él, los hijos con sagrados, como su Abril y Jimena, las cuales este año han ido al colegio por primera vez. Bilingüe, privado, innovador, internacional y de alta seguridad. El colegio de las pequeñas Hernández Ruiz posee todo tipo de lujos, instalaciones pioneras y servicios de calidad para que tengan a su disposición la mejor y más avanzada educación. Sin embargo, lo que no es diferente a otros centros son las vacaciones navideñas. Fue hace un tiempo cuando anunció, tan colmado de amor como está, su decisión de volver a ser padre: "Si todo va bien en un año iniciaré los trámites para tener un niño, no quiero que se lleven mucho tiempo", explicaba. Un tiempo que se cumplirá en solo tres meses y que volverá a modificar su rutina.
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