A principios del pasado mes de mayo, Pablo Iglesias (40 años) e Irene Montero (30) daban comienzo a su nueva vida en un gran chalet del municipio madrileño de Galapagar. Esta mudanza de la pareja de políticos supuso todo un boom para vecinos y comerciantes de la zona, que comentaban y hablaban del líder y la portavoz de Podemos. Sin embargo, en cuestión de tiempo otro de los líderes políticos del momento, el presidente del Partido Popular, Pablo Casado (37), podrá convertirse en la comidilla de la urbanización.
Tal y como cuenta a JALEOS un conocido vecino del pueblo, que además trabaja en el arrendamiento de viviendas, Casado "ha hablado con varias inmobiliarias, y desde hace un tiempo se está planteando la posibilidad de mudarse a La Navata", muy cerca de su 'rival' político de Podemos. El del PP se trasladaría junto a su mujer, la prestigiosa psicóloga Isabel Torres (39) y sus dos hijos, Paloma y Pablo.
Aunque vive en Madrid, durante sus vacaciones acude a su refugio, donde la tranquilidad es prioritaria y el teléfono apenas suena. Se trata de Las Navas del Marqués (Ávila), un pequeño pueblo de poco más de 5.000 habitantes que nada tiene que ver con la ajetreada vida que tiene en la capital. El político tiene una casa en esta localidad desde hace más cuatro años.
El de Palencia no sólo tendría en común con Iglesias el nombre, la profesión y el lugar de residencia, sino que ambos vivieron situaciones similares -y amargas- respecto a sus hijos. Al igual que pasó recientemente con los mellizos de Pablo e Irene, que nacieron de forma prematura y tuvieron que permanecer más de tres meses ingresados en el hospital, el líder del Partido Popular pasó por la misma situación con su segundo hijo. Y no dudó en apoyar al de Podemos públicamente hace unos meses. El bebé llegó al mundo durante la vigésimo quinta semana de gestación, con un preocupante peso de apenas 700 gramos: "Le salvó la vida la sanidad pública", declaró en una entrevista. Además, casualmente el pequeño fue atendido en el Hospital Materno Infantil del Gregorio Marañón. al igual que los bebés de Pablo e Irene.
Ideologías opuestas pero caminos similares. Algo parecido les pasó hace algunos años a Albert Garzón (33), portavoz de Izquierda Unida, y a Albert Rivera (39) presidente de Ciudadanos. Ideología contraria, mismo nombre, y al final acabaron siendo vecinos. Ambos residían en el mismo edificio de un céntrico barrio de Madrid. En su día se llegó a afirmar que ambos habían mantenido reuniones con motivos políticos, pero ambos lo desmintieron. ¿Pasará lo mismo con Pablo Iglesias y Pablo Casado?
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