La semifinal de Operación Triunfo 2018 ha estado a la altura de las expectativas. Por primera vez desde que empezó el cotarro, este miércoles he estado pegado al televisor sin poder pestañear ni un segundo. La gala se las prometía interesante a la hora de descubrir a los tres últimos finalistas después de que la pasada semana se colocaran en el podio Natalia y Famous. Pero, si me permiten, de esto vamos a hablar más adelante porque ha habido un momento de la noche que me ha dejado sobrecogido: la visita de la gran Laura Pausini (44). Lo que yo pueda decir de ella está de más; es la voz encarnada, la magia hecha verbo y carne, el color y los matices. Ella lo es todo y, claro, cuando baja Dios a hacer una visita al común de los mortales...pues, pasa lo que pasa.
El caso es que la doña ha visitado la academia para promocionar su nuevo disco y para infartar al personal con el tema El valor de seguir adelante, el cual ha entonado a dúo junto a Biagio Antonacci. Después de demostrar que se puede tumbar solo con el vozarrón sin inmutarse -hete ahí el auténtico torrente-, Pausini ha sido entrevistada por Roberto Leal (38) y, en un momento dado, se ha querido dirigir a esos pipiolos que la miraban arrobados de veneración: "¿No habéis cantado nunca en italiano?" Ante el cebo, silencio sepulcral y una tímida negación con la cabeza por parte de los finalistas.
Laura, que debía estar pensando que mucho término inclusivo pero luego, a la hora de la verdad, ná de ná, les ha soltado una perorata a caballo entre el consejo y el rapapolvo: "Pues, pensadlo para la final. En la existencia de la vida de un cantante es importante el talento, sí, pero también la suerte. La suerte es parte de nuestra pasión. Hay muchas personas que cantan bien y están en su casa". De esas palabras, que cada cual saque su conclusión. Yo me quedo con el hecho de que la italiana ha sacado la cara por su idioma, les ha querido sacudir convencionalismo y encasillamiento y, de paso, le ha sacado los colores a un concurso que, efectivamente, abusa del inglés, e incluso del catalán y el gallego, pero que el italiano lo tiene en desuso.
Fijaos cómo habrá caído el sermón en el plató que ni el presentador ha matizado nada. Y es que, pidiéndole ayuda a una gran seguidora de este concurso, esta me aclara que el italiano ha estado presente en la academia en alguna ocasión, sí, pero se remonta al OT 2, allá por, cuando Ainhoa y Miguel Nández entonaron aquel bello Caruso. Me quedo con este toque de atención de Pausini, no solo a los concursantes, sino más bien a los jefes de Operación Triunfo: ¡más italiano, hombre ya! Como diría Aramis Fuster (64), ¡idiomas, queridos! Claro está, las redes no han podido pasar por alto semejante raspón de Laura. Ay, Pausini, esto es España. Para lo bueno y para lo malo.
Racismo en OT 2018 y los cinco finalistas
Como decía antes, la noche de este miércoles ha sido más apoteósica que nunca. ¡Y mucho antes de que comenzara el programa! Desde que se hicieran públicas las 17 canciones que pueden representar a España en Eurovisión, la indignación se ha instalado en Twitter. ¿Que por qué? Porque resulta que Miki va a cantar 3 canciones cuando hay concursantes (ya expulsados) que no tendrán opción a ninguna, como Dave, África y Alfonso. Claro, esto ha liado tal polvareda que Tinet Rubira, director de Gestmusic, se ha ganado el pan como nunca este miércoles al salir al frente de todas las acusaciones que tildaban el concurso de racista. "¿No decíais que todos los concursantes iban a tener las mismas oportunidades?"; "Dave, África y Alfonso, justo los dos expulsados no blancos y el que no responde al arquetipo de belleza, sin canciones. ¡Racismo!", han sido las tónicas en la red.
Pero, bueno, que se queden tranquilos todos los que han vomitado su odio hacia Miki -yo no lo entiendo, es un amor de chaval- porque el cantante ha sido el que no se ha colado entre los finalistas y, por tanto, el expulsado de la noche. La verdad es que las redes ya lo venían cantando con bocina, que las papeletas las tenía él para salir de la casa. Viendo todos los furibundos mensajes contra él, no comprendo cómo ha habido quien ha asegurado que se trataba del enchufado de la edición. ¡Pero si se ha llevado más hostias que nadie! Y también del jurado, ojo. Eso sí, en su favor he de decir que nunca he visto tanta lágrima por parte de los compañeros cuando han anunciado su expulsión: ¡eso es porque es buen tipo!
Hay que recordar que la semana pasada Famous y Natalia quedaron como los primeros finalistas de la edición 2018 y la gala de este miércoles consistía, básicamente, en nombrar a los otros tres que completan el plantel de los cinco que se batirán en duelo el próximo miércoles 19 de diciembre en la gran final del concurso. Por tanto, esta semana, y ante la expulsión o salvación en forma de finalista, Alba, Miki, Sabela y Julia han sudado la gota gorda. Tengo que decir que han sido cuatro actuaciones de vértigo; a cual de ellas más impecable. Alba ha apostado por lo seguro con su tema She used to be mine, que ha cantado subida a un estrado y cargada de sobriedad. Ha apostado por el estilo lento y por darle prioridad a su voz.
Por otro lado, Miki se ha inclinado por Some nights, una canción más animada y que no lo ha hecho parar quieto. El cantante me cae genial, pero, si soy sincero, de los cuatro es al que menos voz le atisbo. Siendo justos, se merecía no estar en la final. No como Sabela y Julia, que han brillado como nadie. Creo que Julia ha nacido para pegarse a una guitarra de por vida. Ah, por cierto, antes de terminar: Ana Guerra (24) ha visitado la academia para presentar su nuevo tema. Creo que se llama Bajito o algo así. La chica no tiene ni chicha ni limoná.
Primer finalista: Natalia
Segundo: Famous
Tercero: Alba
Cuarto: Sabela
Quinto: Julia
Expulsado: Miki
[Más información: Miki, ¿el 'enchufado' de OT?: polémica por el favoritismo en la canción de Eurovisión]