Pese a su perenne fuerza y ganas de trabajar, se puede decir que Concha Velasco (79 años) no ha comenzado el 2019 de la mejor de las formas. Y es que, pese a llevar cerca de 65 años de carrera a sus espaldas y de haber interpretado un sinfín de personajes, sus problemas económicos no terminan de encontrar solaz después de que comenzara su viacrucis de la mano de su exmarido y gestor, Paco Marsó. Ella misma ha reconocido en más de una ocasión que no podría permitirse una retirada -"No me voy a retirar en la vida"- y el nuevo año ha llegado con un nuevo revés.
De hecho, según se desliza a JALEOS la actriz se ha desprendido de uno de sus inmuebles más preciados con el objetivo de saldar una última deuda que tiene con la Agencia Tributaria, su 'enemiga' en los últimos tiempos. En concreto, se apunta que Velasco "ha venido su piso de la calle Princesa de Éboli" de Madrid. Una venta que, se apostilla, "le ha costado especialmente", pero que la entiende como algo necesario.
Tal como apunta a este medio alguien de total solvencia, "Concha es una persona muy optimista y se ve con fuerza para seguir trabajando lo que haga falta hasta que el cuerpo aguante". En estos momentos, arrasa con la obra teatral El Funeral, con la que está recaudando una nada desdeñable taquilla. Eso sí, se aclara al acto: "Casi los únicos ingresos fijos de que dispone Concha vienen de su trabajo sobre las tablas". Más allá de su férrea implicación en el teatro, lo cierto es que la vida empresarial de la vallisoletana no goza de una boyante salud.
En la actualidad la actriz es administradora única de la compañía Velasco Varona S.L. La que fuera chica ye ye creó esta empresa en 2006 para la producción de todo tipo de largometrajes o mediometrajes, una sociedad a través de la cual la estrella de cine consiguió importantes ingresos. La compañía de Concha Velasco terminó 2017 con un patrimonio de 526.000 euros, una cifra menor que el ejercicio anterior. Este descenso podía deberse al pago de la deuda que venía arrastrando años atrás y que suponía un saldo a deber de 26.000 euros -cifra que este año se quedó a 0-. Asimismo, y como un elemento diferente respecto a otros ejercicios, la empresa registró en 2017 unas pérdidas que ascendía a 5.600 euros.
Paco Marsó, el drama del que no se repuso
Como ella misma comentó en alguna ocasión, su relación con Francisco Marsó fue nefasta para su economía. Tas contraer matrimonio en abril de 1977 con la que ya era una estrella, Paco, que por entonces era solo un actor de reparto, quiso encargarse del patrimonio y algunos negocios de la actriz.
Una de sus primeras aventuras empresariales fue un negocio de puertas blindadas, pero que no fue suficiente para Marsó. Velasco comprendió entonces que su deseo era tener un puesto cerca de ella, una decisión con la que terminó perdiendo mucho dinero. Así, una de las primeras apuestas de Marsó como gestor del patrimonio de Concha fue invertir lo ganado en el musical Carmen, Carmen en la otra obra La truhana. El de la actriz pretendía con esto lograr un éxito redondo, pero lo que obtuvo fueron unas pérdidas de 130 millones de pesetas.
Esta situación se repitió en varias ocasiones, en las que Concha Velasco tuvo que tirar una y otra vez del carro para hacer frente a las elevadas deudas y pérdidas. Fue tal el agujero en que se vio sumida la actriz que sus problemas económicos siguieron incluso después del divorcio y la muerte de Paco. La actriz contó en 2012 que, a punto de perder la casa, tuvo que coger de su plan de pensiones 50.000 euros para evitar quedarse en la calle. Así, las deudas de Paco Marsó terminaron por dejarla en la ruina y con solo 6.000 de ahorro que destinaría para pagar su funeral.
Los escenarios, su salvación
Poco a poco, y a base de trabajo duro, Concha Velasco ha conseguido salir ligeramente del bache. En los últimos años la actriz ha logrado cosechar un gran éxito gracias a algunas obras como Hécuba y Oivia y Eugenio, así como su trabajo en la serie Velvet. El último de estos trabajos, y a raíz del cual se produjo la confusión sobre una posible retirada, es la obra El funeral, que dirige su hijo Manuel Marsó Velasco y que se estrena este jueves en el teatro Calderón de Valladolid.
No obstante, este no va a ser el último de sus trabajos. Tanto por las necesidades económicas como por su pasión por los escenarios, aún queda mucha Concha para muchos años más.
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