En la televisión sobreviven muchas leyendas acerca de personajes que se dejan emborrachar por el divismo y por el brilli brilli de la fama, que los obnubila. De entre todas esas historias que riegan el ayer y el hoy del mundo audiovisual, aún respira una muy concreta sobre Jordi González (56 años). El presentador se ha puesto al frente del debate del primer reality del año, Gran Hermano DÚO, y, con él, han tomado cuerpo y vida ciertas mitologías que se habían apagado un poco con el implacable paso del tiempo. Mitos que resultaron realidad. Y muy insoportable, por cierto.
Una de esas leyendas que siempre han buscado vida en torno a Jordi ha sido su tendencia a hacer programas de televisión conservado en una cámara frigorífica. En todos los espacios presentados por el comunicador apenas si se puede tolerar el golpetazo en forma de ola fría que se respira. Allí, como mínimo, hay por cláusula -tácita o rubricada- menos 5 grados y, claro, en esas temperaturas, a ver quién es el valiente que sobrevive sin cubrirse de nueve capas, como mínimo.
Este domingo el caso débil ha sido Belén Esteban (45), la pobre no ha podido sobrellevar de mejor manera el frío polar y, en su mayor acto de contención, ha tirado de diplomacia y no ha rebatido las, encima, cómicas palabras del conductor cuando la ha visto embutida en un plumas en pleno plató de televisión al mismo tiempo que sus dientes casi castañeteaban. "¿Qué pasa, que vienes de la playa?" -de fumar-, le ha preguntado, no sin cierta mala baba. A lo que Esteban, con su mejor sonrisa, ha rebatido sin hablar del todo abiertamente: "Sí, y aparte es que tengo frío". Si se piensan que Jordi se ha dado por aludido con esta suerte de indirecta, están muy equivocados. El tío ha continuado su programa como si tal cosa como si nada fuera con él. Parecía impertérrito ante las personas que lo rodeaban, que, conforme pasaba la noche, se tapaban con abrigos. Decir que, entre bambalinas, cuentan y no acaban que Jordi necesita tamañas temperaturas de trabajo para que su sudoración no le juegue malas pasadas en directo.
La bronca entre Kiko Rivera e Irene Rosales
Una de las tramas que ha ocupado espacio este domingo en el debate ha sido la tremenda bronca que han protagonizado Kiko Rivera (34) y su mujer, Irene Rosales. Ellos, que parecía que, de tan enamorados que entraban, iban a rebozarse solo en algodón de azúcar, han chocado a los pocos días de entrar. Qué dramas, oye. Todo ha comenzado cuando Kiko ha estado de acuerdo en algo en lo que Irene y el resto de la casa se ha opuesto en redondo: que cada cual lave sus platos y se ocupe de lo que ensucia. En esas, Kiko ha explotado contra su mujer, que no paraba de repetir a lavar, a lavar: "No te entiendo, has tenido la oportunidad de decir que no y no lo has hecho, no te entiendo".
En esas, Irene se ha venido arriba delante de sus compañeros: "Si te parece, en casa haremos lo mismo; cada uno su plato". Una forma de dar a entender que Kiko, en la intimidad, no se ocupa de los quehaceres domésticos, algo que lo ha hecho enfurecer: "Ay, como suelte yo alguna, Irene. No me toques los cojones gratuitamente. Te has reído de mí y, lo siento, le vas a dar caña a quienes tienes que dársela". En ese punto, los compañeros se han dividido entre Kiko e Irene, y yo solo tengo que decir que muy probablemente, querida Irene, a Kiko lo has convertido tú en un inútil. Ahora no le vengas a reprochar nada públicamente. Además, su petición era muy sensata y lógica.
En otro orden de cosas, Kiko se ha sincerado acerca de su relación con su hermana, a la que ha reconocido que adora. Es más, ha venido a decir que si Chabelita Pantoja (23) está en España en la actualidad ha sido, poco menos, que gracias a él: "Mi madre me pidió permiso y me dijo que para ella era muy importante mi consentimiento. Isa ha sido mi niña desde chico". Eso sí, hay algo que no le perdona bajo ningún concepto: que haya pasado por delante de su abuela -la madre de la Pantoja- y no la haya saludado. Un reproche, me vais a disculpar, que lo he entendido fuera de lugar. Kiko, te has venido demasiado arriba, y yo soy tu hermana y no te hablo en un tiempo largo. Como mínimo.
Porcentajes ciegos, Julio solo y el trío Ylenia-Fede-Raquel
Si bien el pasado jueves se conocían los primeros nominados de esta edición, este domingo han visto la luz los porcentajes ciegos de esas nominaciones. Han sido los que siguen: 60,8 -9'3 -1,2 -1,5 -16,4. Teniendo en cuenta que los que están en la cuerda floja son Fortu, Yoli, Ylenia, Raquel y Fede, yo aventuro que el 60 y el 16 son Yoli y Fede, respectivamente. No caen del todo bien y, la verdad, Yoli es una tía bastante extraña y de maneras demasiado bruscas.
El que no puede con la soledad que siente, como un yunque, es Julio Ruz, el cual ve cómo Carolina y María Jesús hacen su vida y lo dejan solo. Según él, la Sobe pasa de él y la Ruiz ha forjado su propio grupo. En otro orden, los que no se separan, pero tampoco se soportan, son Ylenia, Fede y Raquel. Mientras que Ylenia y Raquel han acercado posturas y, parece, están entrando en algo parecido al entendimiento, Fede no deja de rajar sobre sus ex y malmeter sobre ellas con Sofía Suescun (22). Hasta el punto de que ha conseguido inocularle ese odio. Habrá que ver dónde acaba esto.
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