El complejo Turístico Marina Isla de Valdecañas, conocida como la Marbella extremeña, sigue dando que hablar. La guerra entre los ecologistas, la Junta de Extremadura y los propietarios de la lujosa urbanización parece llegar a su fin y no de la mejor manera para los VIP que la habitan desde el año 2005.
La exclusiva isla privada con una extensión de 133 hectáreas y rodeada por el pantano de Valdecañas parece tener sus horas contadas. Las exclusivas villas que en su día comercializaron Beltrán Gómez- Acebo (44 años) y Jaime López-Ibor estaban pendientes del dictamen del CSIC que finalmente acaba de conocerse. Y a los VIP que invirtieron en sus momento no les gustará.
UN MACROCOMPLEJO CONSTRUIDO EN ZONA PROTEGIDA
Tras años de disputas y una sentencia a favor de los ecologistas, todo estaba pendiente de un informe pericial encargado por la Junta de Extremadura a la Estación Biológica de Doñana. En él, la Junta le solicitaba a la Estación que decidiera si, en base a criterios medioambientales, convenía la demolición del macrocomplejo turístico, o si esta, y los 35 millones de euros en que se estimaba la misma, ocasionaría un mayor perjuicio que dejarlo como estaba.
Ahora se ha conocido dicho informe pericial y no deja resquicio alguno para la duda: recomienda al Tribunal Superior de Justicia de Extremadura que resuelva favorablemente la demolición del complejo para que después se proceda a la restauración ecológica de la zona.
Se trata, en opinión de los demandantes -las asociaciones Adenex y Ecologistas en Acción-, un informe con conclusiones demoledoras: "mantener el Complejo en su estado actual no puede considerarse en modo alguno una medida de conservación, sino la opción más perjudicial para la ZEPA. (…) Por tanto (…) la opción más beneficiosa es la restauración ambiental de la isla".
DEMOLER Y RESTAURAR LA BIODIVERSIDAD
Para los ecologistas, la demolición es la opción más adecuada, seguida de una restauración ecológica y que tendría un impacto ambiental positivo sobre la zona (integrada en la Red Natura 2000) a largo plazo logrando la regeneración de los procesos ecológicos y de restablecimiento de la biodiversidad perdida por el uso urbano.
A tenor del informe sus moradores pueden empezar a hacer las maletas. Familias ilustres los como los Aznar, Gómez-Acebo, López-Ibor, Vega-Penichet y otros del mundo artístico como el cantante Carlos Baute (44) se pueden despedir de este pequeño paraíso sólo apto para bolsillos holgados. Esta localización paradisíaca entre los términos municipales de El Gordo y Berrocalejo, en Cáceres, a tan sólo una hora de Madrid, volverá a ser una zona protegida tras el paso de las excavadoras que aguardan la orden de ejecución de la sentencia para acometer la demolición.
El trasiego de carritos al campo de golf que rodea el complejo y que da vida a los moradores del hotel de la cadena Vinci había perdido bastante en los últimos tiempos. Hacía tiempo que el complejo había perdido el glamour de antaño. Atrás quedaron los casi 500.000 euros que de media pagaron sus propietarios para hacerse con uno de los chalets adosados del complejo.
Hoy día los carteles de 'Se vende' se agolpan en las fachadas de las villas, y sólo unos pocos disfrutan aún de las zonas comunes que además presentan, desde hace tiempo, un aspecto de franco deterioro. La decisión está tomada y la Junta de Extremadura no tiene margen para otra cosa que no sea ordenar su desaparición. Falta saber la fecha, pero en este caso el paraíso tiene fecha de derribo.
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