Álex González (38 años) ha sido el nuevo invitado de Volverte a ver, y ha sorprendido a todos al revelar el aparatoso accidente de moto que sufrió cuando tenía 19 años. El actor ha querido desvelar esta historia para dar ánimos a Isabel, una joven que también tuvo un percance similar en el que casi pierde uno de sus pies.
Decicido a abrir su corazón, el protagonista de Vivir sin permiso ha explicado a Carlos Sobera (58) qué fue lo que ocurrió: "Cuando tenía 19 años tuve un accidente de moto. A esa edad piensas que siempre vas a tener una oportunidad. Recuerdo que estudiaba interpretación en una escuela, pero lo veía como un divertimento. A causa del accidente, me corté el brazo por dos sitios y casi lo pierdo. En ese momento fue un disgusto tremendo, estuve muy limitado".
Pero lejos de ver ese accidente como algo dramático, Álex lo concibió como un impulso. El ver la pérdida tan de cerca le hizo darse "cuenta de que no vamos a estar aquí todo el rato y no siempre va a haber un mañana, gracias a eso pude abrazar con más fuerza el sueño de ser actor".
El intérprete, emocionado, ha confesado que la cicatriz que le quedó del accidente es un recordatorio continuo de la suerte que tiene: "Pienso que la vida me dijo que luchase por mis sueños".
Esta historia ha servido para darle a Isabel el impulso que necesitaba, pues ella se encuentra convaleciente tras sufrir un accidente de moto: "Me preocupa parecer que llevo una pata de palo. Lo pasé muy mal, cuando tuve el accidente pensé que me iban a amputar el pie. Fue muy duro. Fue como abrir los ojos y decir: 'Despierta que la vida son dos días, lucha por lo que quieres, por tus sueños'. Antes me preocupaba por tonterías y, en realidad, si tengo salud puedo hacer todo lo que me proponga".
La joven no ha podido reprimir su emoción al encontrarse con el actor, de quien es una gran fan: "Te como esa cara, solo por verte a ti el accidente ha valido la pena", ha dicho en tono de broma.
Por su parte, el protagonista de El Príncipe le ha querido dar un último consejo: "Quiero decirte que hagas el ejercicio de no ver esa cicatriz como la mala suerte, la tienes que ver como una bendición y tenerla como recordatorio de lo importante que es perseguir tus sueños. Para tocar un corazón no necesitas correr, tienes esa mirada que refleja el alma tan bonita que tienes".
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