"Estoy bien, muchas gracias", ha explicado Ivonne Reyes (51 años) a su salida del Hospital Ruber Internacional de Madrid, donde la venezolana se ha sometido a una operación debido un tumor ocultar en el ojo izquierdo.
La modelo, que se ha mostrado amable con los medios allí congregados, ha abandonado el centro médico con el ojo cubierto por un parche que se podía adivinar tras las grandes gafas que ha utilizado para protegerse del sol. Ha estado acompañada en todo momento de su hijo, Álejandro Reyes (18), y de su inseparable hermana, Claret.
A principios de semana, la modelo acudía al hospital por un problema de vista. Horas después abandonaba las instalaciones médicas sin acompañante y aseguraba que su problema de salud se debía a un "un bultito" del ojo izquierdo.
Con sentido del humor, explicaba que era como pasar por ITV: "Tengo un tratamiento para el ojo. Me tienen que operar porque tengo un pequeño 'tumorcito' del ojo, pero todo bien".
Este problema de salud se suma a la batalla judicial contra Eva Zaldívar (49), Andrea Navarro y el detective que consiguió la prueba de ADN de su hijo Alejandro Reyes.
Las exparejas del presentador Pepe Navarro (67) se han visto las caras este martes en los juzgados de Alcobendas. La cita tenía como objetivo celebrar una vista previa al juicio previsto para el próximo 19 de febrero en el que se juzgará la querella interpuesta por la venezolana, que sostiene que los derechos de su hijo fueron vulnerados al obtener de él una prueba de ADN sin su consentimiento, cuando aún era menor de edad.
Frente a los juzgados, Ivonne Reyes quiso apuntar que tanto ella como su hijo están tranquilos y confesó que "los que no tienen que estar tranquilos son las otras partes, que actúan de una forma rastrera". Además, aprovechó la presencia de los medios para mandar un claro mensaje a Eva Zaldívar, con quien su guerra personal se remonta a tiempos inmemoriales: "Que se ubique".
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