Jesulín de Ubrique (45 años) lo ha vuelto a hacer: se vestirá de luces este 2019 en Morón de la Frontera el 24 de marzo. Parece que el marido de María José Campanario (39), si bien está oficialmente retirado, se resiste a abandonar las plazas de toros. Ya el año pasado, el 19 de agosto en Cuenca, regresó por la puerta grande tras siete años sin enfrentarse a un miura. Entonces, dejando claro que "en mi hambre mando yo", sentenciaba que esa sería una corrida histórica, especial e inédita. Que no se volvería a repetir, pero, sí; Jesulín vuelve al ruedo en medio de la expectación mediática, más por sus devaneos sentimentales del pasado que por nostalgia taurina de su legión de seguidores.
Entonces, en Cuenca, se habló muy mucho de lo que el diestro se embolsaría por su gran regreso estelar. En concreto, JALEOS se hizo eco de los 65.000 euros que, según las informaciones que se manejaban, costó ver a la eterna expareja de Belén Esteban (45) en el coso. Se alegó que esa abultada cifra estaba justificada por la excepcionalidad. Pero, ¿y cuánto cobrará por su toreo en Morón? "Alrededor de 85.000 euros", se desliza a este periódico. Y una vez más, podría ser el mejor pagado. Cabe recordar que el diestro comparte cartel con Cayetano Rivera (42) y Enrique Ponce (47).
Sin duda, un montante bastante más elevado que el del año pasado. ¿A qué podría deberse?, se interpela. "Se debe a su buen momento mediático con lo de Belén y su supuesto divorcio. De hecho, estos aspectos han sido claves en su ascenso taurino, ya que en los últimos meses ha estado toreando en plazas de segunda". Sea como fuere, Jesús Janeiro parece que no quiere ser olvidado y, un año más, se deja seducir por el toro. Este año habrá que ver quién lo acompañará en tan insigne día teniendo en cuenta que en Cuenca solo estuvieron en la plaza sus suegros y algunos amigos, ya que María José optó por quedarse en el hotel.
"Este año será diferente, no tiene la importancia que tuvo su regreso en Cuenca y apostaría por que no lo acompañará ningún familiar", opina alguien cercano al torero. El antiguo ídolo de masas llevaba entonces siete años sin enfundarse el vestido de torear aunque su presencia en festivales del tercer circuito sí había sido una constante en los últimos tiempos. En cualquier caso, su nombre fue desapareciendo de los carteles de las principales ferias en los primeros años del siglo XXI después de algunas idas y venidas paralelas a las exposición mediática de su propia familia y su expareja, Belén Esteban.
¿Crisis con María José y cintas secretas?
Lo cierto es que no son buenos tiempos en general para Jesulín de Ubrique. Si bien ha pasado unos años volcado en la maltrecha salud de su mujer, aquejada de una complicada fibromialgia, en los últimos tiempos ha tenido que lidiar con dos importantes acontecimientos que han zarandeado su vida: la supuesta crisis que atraviesa su matrimonio y su pasado más remoto con la Esteban. Y es que, hace unos días el colaborador de Sálvame, Diego Arrabal, soltaba la bomba: tenía en su poder una cinta en la que Jesús hablaba claramente sobre su ruptura de Belén y de la polémica salida de Ambiciones de esta. Son estos acontecimientos los que, se insiste a este medio, han abultado la cifra de su nuevo regreso.
Las plazas de segunda: sus aliadas 'secretas'
El año pasado este medio descubrió que el hecho de que Jesús no ocupara los grandes carteles taurinos de este país desde hace siete años no significaba, en absoluto, que no estuviera trabajando. Lo ha hecho, lo sigue haciendo y lo hará, pero en plazas de segunda. El que un día fuera la gallina de los huevos de oro de la familia Janeiro Bazán a golpe de paseíllo y estoques, se viene contentando en corridas 'de segunda'. De un aforo de 9.000 a otro de apenas 3.000, e incluso de 2.000 espectadores. De miuras de lidia en potencia a 'vaquillas'.
Pero, ¿en qué consisten exactamente esas corridas? ¿Cuánto dinero percibe el diestro?, se preguntó entonces este medio. "No son corridas al uso, como la de Cuenca. Se trata de festivales en pueblos con cierto carácter benéfico", se aclaraba. Por tanto, ¿los emolumentos se presuponen menores? "Claro, Jesús no cobra lo mismo por estos festivales como por una corrida grande. Aquí las cifras serían de risa. Algo cobra, lógicamente, pero más bien simbólico. En realidad, es benéfico en parte, ya que siempre hay personas que deben ganar dinero. En esta profesión es así". La pregunta parecía obligada por parte del periódico: ¿le apetecería a Jesulín ruedos de otro calado o está cómodo en torbellinos de menos brillo? El largo silencio y un elocuente carraspeo hacen las veces de respuesta. "Pudiendo estar, ¿quién no quiere?", se remacha con picardía.
[Más información: La agridulce vuelta de Jesulín al toreo: solo con sus suegros, pero por la puerta grande]