Hay luz al final del túnel para María José Campanario (39 años). La esposa de Jesulín de Ubrique (44) se encuentra retirada del foco mediático pero "bien, animada" y "mejorando poco a poco de su enfermedad". Según la información a la que ha tenido acceso JALEOS en exclusiva, Campanario pretende cambiar la ubicación de su trabajo, que ahora está en Sevilla, por una "algo más cerca de su casa" y adaptado a su inestable estado de salud.
Lo cierto es que los últimos achaques provocados por la enfermedad que padece -fibromialgia- la han llevado al ingreso hospitalario hasta en diez ocasiones en los últimos tres años. "El tema de la fibromialgia tiene vaivenes pero ahora se encuentra en un sitio donde la están tratando muy bien", señalan a este periódico fuentes de total solvencia. Es por eso por lo que María José, en cuanto volvía a casa de alta, pedía reincorporarse de inmediato a su puesto de trabajo, ubicado en Sevilla capital.
No es esta una ciudad fácil a la que acceder desde Arcos de la Frontera, cuya distancia son 90 kilómetros -180 entre la ida y la vuelta- y casi una hora y media en coche. "Lo de Sevilla le venía muy mal. Su intención es dejarlo porque es una pasada. Quiere dedicarse a la odontología infantil y que su puesto de trabajo esté más cerca de casa".
"Ella conduce pero ha habido una temporada que por la medicación tampoco estaba en condiciones al cien por cien como para trabajar todos los días y a esa intensidad". Quienes conocen a María José hablan de ella como una mujer "muy trabajadora y valiente" pero el hecho de que tuviera que conducir hasta la capital de Andalucía desde Los Arcos Gardens, la urbanización en la que vive, suponía una preocupación para su entorno.
María José Campanario y sus problemas de salud
Desde que en el año 2005 le detectasen fibromialgia, una enfermedad crónica caracterizada por fuertes dolores en los músculos y en los huesos, sus ingresos hospitalarios han sido constantes. De médico en médico y de centro en centro, la de Castellón se ha visto obligada a recorrer las provincias de Málaga, Sevilla y Cádiz para mitigar el dolor de sus achaques. La primera vez que María José ingresó y se hizo público fue en septiembre de 2015 tras sufrir un accidente en la bañera de su casa de la citada localidad de la sierra de Cádiz.
Pero si hubo un momento en que Campanario tocó fondo fue en el verano de 2017 cuando estuvo un mes ingresada en el centro psiquiátrico El Seranil, ubicado en Benajarafe (Málaga). Hasta ahí llegó sin apenas articular palabra o poder moverse. Desde entonces, solo ha dado la cara en actos públicos muy concretos. Y más específicamente, la odontóloga ha intentado dar voz en galas benéficas vinculadas con la enfermedad que padece desde hace tres años: "Los enfermos de fibromialgia no estáis locos, el dolor que se padece es real, aunque no se ve. Desgraciadamente no hay una radiografía o prueba diagnóstica todavía que pueda descartar quien la padece y quien no", comentó en el último acto que presentó.
En lo personal, el matrimonio Janeiro-Campanario se ha visto obligado a anular la renombrada 'reboda' que anunciaron en la portada de una revista, lista para ser celebrada en julio del año pasado. María José y Jesús cumplieron entonces 15 años juntos y ya van camino de los 17. Por el momento, lo relativo a su segunda boda se encuentra paralizado hasta que María José encuentre de nuevo el equilibro y el control dentro de su delicada dolencia.
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