La figura de Alexis Ledgard, bautizado por él mismo como el hijo bastardo de Edmundo Arrocet (69), volvía a la actualidad hace unos días cuando se publicaba que estaba "acosando" a su padre pidiéndole dinero desesperadamente. Sin embargo, su nombre se estrenó en los medios de comunicación poco después de que el humorista iniciara su relación sentimental con María Teresa Campos (77); según él, lo hacía para clamar justicia ante el lacerante 'abandono' al que lo sometía su progenitor.
Ya entonces, el empresario -fruto de la relación del cómico chileno con Annette Ledgard, hija del legendario presentador Kiko Ledgard- pretextaba que su padre no se preocupaba de él y que, pese a que durante años mantuvieron contacto a través de mensajes, sentía que molestaba y que no era bien recibido en el entorno de su progenitor, ni qué decir en el de las Campos: "Nunca me han aceptado".
Pero, ¿ha cambiado algún ápice la relación entre padre e hijo? Aprovechando que a JALEOS llega la información de que Alexis vive una de sus peores etapas después de que unos okupas hayan entrado en el piso donde vivía con su pareja sentimental, el vástago de Edmundo rompe de nuevo su silencio: "Me tienen vetado en todos los sitios. He perdido a mi padre para siempre". Este ostracismo involuntario se suma a la difícil situación que vive ante su casa asaltada a la fuerza. Al otro lado de la línea se percibe a un hombre hundido, casi superado por las circunstancias: "Estoy pasándolo muy mal. Unos okupas al uso han entrado en el piso de mi novia cuando estábamos de vacaciones. Se trata de una familia con hijos y todo. Saben hacerlo muy bien".
Aclara que tanto él como su pareja se han puesto en manos de abogados, aunque la situación no pinta demasiado halagüeña para ellos, en favor de los vándalos: "Nos lo hemos gastado todo en abogados, pero así está el país, que defienden a esas personas por encima de los demás y nos dejan desprotegidas. Estamos hasta en psicólogos". Todas sus pertenencias y recuerdos, encerrados con "esa gentuza" en el que había sido su hogar. Alexis apostilla que se trata de una propiedad de lujo, perteneciente a su pareja, que ronda los 500.000 euros. Dada la coyuntura que está viviendo, ¿se ha puesto en contacto su padre con él?, inquiere este medio. "Qué va, no le intereso para nada. No tengo padre. Estoy hundido después de que haya dicho por ahí que yo le acoso pidiéndole dinero", asegura el nieto de Kiko Ledgard. ¿Es cierto, como se ha publicado, que su padre le ha mantenido durante años?, profundiza este periódico. "Eso no es verdad. Lo que sí es verdad es que en los últimos años ha intentado comprar mi silencio con su dinero. Ahora asumo que no he tenido nunca padre. Él siempre se ha acercado a mí por interés, para invertir en mi empresa". Por eso, mantiene que no le ha pedido ayuda con este último problema: "¿Para qué? Si no me llama nunca". ¿Y no es verdad que su padre le compró un coche?, se le azuza. Él, tras un silencio, terminando cediendo: "Sí, bueno, pero uno de 2.000 euros. Tampoco te creas..."
Según sus propias palabras, el sufrimiento que le inflige la ya inexistente relación que mantiene con Bigote le ha provocado, de entrada, una galopante psoriasis contra la que lleva luchando bastante tiempo: "Es muy duro que un padre no quiera saber nada de su hijo y la psoriasis es por su culpa. Es un hombre que va de sensible cuando no lo es; lo que pasa es que es de lágrima fácil, que no es lo mismo". Nunca olvidará, apuntala, el mensaje que un día le mandó su padre: "Me dijo que no estaba en la obligación de mantenerme". Eso sí, en su descargue, recuerda lo que sigue: "Las únicas fotos que nos tomaron fue porque él llamó a la prensa".
A este hombre le cuesta mucho olvidar y, sobre todo, entender por qué su padre no quiere estar presente en su vida. Defiende que lo tienen vetado en muchos programas, sobre todo en Telecinco, terreno Campos: "Tendrán poder o lo que ellas quieran, pero a mí no me van a callar y, si interpongo acciones legales contra mi padre, menos". Y es que, por un lado desea tener una vida tranquila en su nuevo apartamento de Castelldefels -en el que vive en la actualidad junto a su pareja-; pero, por otro, desea hacer justicia y que su historia sea contada.
Edmundo, sobre Alexis: "Que diga lo que quiera"
La volcánica relación entre padre e hijo volvía con fuerza a la actualidad después de que la revista Corazón TVE publicara hace unos días que el cómico estaría siendo "acosado" por su hijo con el único objetivo de conseguir dinero. Además, apuntaban desde el citado medio, que Alexis estaría negociando una explosiva entrevista donde no dejaría en buen lugar a su padre. Ante semejante panorama, Bigote salió al paso en su último acto público: "Es mi hijo y que él diga lo que quiera. La libertad de decir lo que él quiera es importantísima. Tú piensa que es un niño que no lo he criado yo, lo ha criado su padre y su madre. Y mi hijo ya tiene 40 años y desde los 3 años lo crió un papá y una mamá, entonces es súper extraño la actitud pero lo voy a perdonar toda la vida".
Aún así, la pareja de María Teresa afirmaba tener la conciencia muy tranquila porque tiene "conversaciones grabadas con él y cosas que yo le he escrito y por lo tanto estoy tranquilo". Una defensa que terminó con este alegato: "Imagínate, es un niñito que nunca he estado con él. Yo he estado muy poquito con él. Evidentemente hay cosas que a medida que uno va hablando las cosas se van puliendo. Insisto en que él tiene que amar a su padre que lo ha criado y yo soy el padre biológico. Tiene una mamá maravillosa y tiene suerte de tener a dos papás".
[Más información: Edmundo Arrocet se defiende de los ataques de su hijo Alexis]