Un año después de hacerse público el divorcio entre Arantxa Sánchez Vicario (47 años) y Josep Santacana, la tenista ha ofrecido una entrevista en la que ha explicado cómo se está desarrollando la separación y ha desvelado que su familia está siendo un apoyo fundamental durante todo este proceso. Es la primera vez que se muestra públicamente "arrepentida" y confirma que "ha pedido perdón a su familia".
La extenista ha querido recalcar que su madre, Marisa Vicario, ha sido su principal pilar: "Mi madre me apoya y está conmigo. Aún habiéndole dado mil patadas, ahí sigue. Me ha demostrado lo que es el amor por los hijos y su incondicional apoyo", ha asegurado en la entrevista de ¡Hola!.
También se muestra arrepentida sobre cómo actuó con su hermano Javier, a quien acusó de tener más posesiones que ella cuando su carrera profesional fue la menos fructífera de todos los hermanos. Explica que se comportó así porque estaba influenciada por su entorno, y que ahora que se ha librado de esa parte negativa ha sido consciente de que no era la correcta. Por ello, aprovecha esta entrevista para mostrar su arrepentimiento de forma pública y pedir disculpas a los miembros de su familia a los que anteriormente atacó de una manera u otra.
Con estas palabras parece dejar de lado los tiempos pasados, cuando acusó a sus familiares de haberla manipulado durante décadas y de haberse apropiado indebidamente de su fortuna.
Aunque no podrá estar en paz con todos, pues solo hay una persona con la que no podrá dejar los reproches atrás: su padre. "Le acusé, fui injusta y me hubiese gustado pedirle disculpas. Despedirme diciéndole lo mucho que lo quería. Además, sé que mi padre lo hubiese entendido. Pero cuando fui a la clínica estaba tan malito que siempre tendré esa duda. Miro atrás y todo es como un mal sueño", ha explicado.
Momento crucial en su separación
Hace solo una semana, Santacana se personó en los juzgados de Esplugues de Llobregat donde está tramitándose su divorcio. El empresario explicó que acudió para "que se pueda resolver y nos divorcien ya, que llevamos esperando más de un año. A ver si definitivamente llega al final", declaró entonces a los medios allí congregados.
El todavía marido legal de Sánchez Vicario tomó la decisión de presentar la demanda de divorcio en nuestro país para hacer valer los acuerdos prematrimoniales que firmaron en España. Quiere que "se cumplan los acuerdos que firmamos por ambas partes, las voluntades que queríamos los dos y básicamente es esto".
Además, el empresario quiso aprovechar la presencia de las cámaras para desmentir las informaciones que aseguraban que se había quedado con parte de su fortuna y las que señalaban que existía una mala relación con sus hijos: "Totalmente falso, desde finales del verano tenemos un acuerdo firmado por la jueza conforme que tengo la custodia compartida", aseguró en su momento.
Pero esta imagen tranquila que dibuja Santacana nada tiene que ver con la que describe Sánchez Vicario. La deportista ha dejado claro a lo largo de la entrevista que su relación con el empresario es muy mala, hasta el punto de que la manipula para mejorar su imagen ante los medios y la justicia.
En concreto, la extenista le ha acusado de utilizar el cumpleaños de su hija que tuvo lugar hace solo unos días para dar a entender que su relación es buena: "La verdad es que este hombre es maquiavélico. La mediadora del juzgado nos pidió que estuviésemos los dos en el cumpleaños de la niña, pero lo que no me podía imaginar es que vaya y mande fotografías a la prensa para tratar de enseñar que estamos bien. Es surrealista", ha asegurado.
[Más información: Juicio de divorcio de Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana: no hay acuerdo]