Su entrada a la casa de Guadalix no ha dejado indiferente a nadie, y la pamplonica ha demostrado que sigue teniendo el carácter de siempre, aunque a veces eso le juegue una mala pasada: "Recuperándome de la intensidad de la noche de ayer. Ya sé que a veces digo unas cosas y luego hago otras", ha escrito.