Pablo Iglesias (40 años) e Irene Montero (31) no son los únicos militantes de Podemos cuya vida personal genera interés entre los ciudadanos. Uno de los políticos más herméticos de la formación morada es Pablo Echenique (40), cuya mudanza a un piso del exclusivo barrio de Salamanca despertó en su momento un gran revuelo.
JALEOS ha querido conocer más en profundidad sobre el apartamento en el que el argentino reside con su pareja y sus dos mascotas. Para ello, este medio se ha puesto en contacto con los responsables de la empresa que gestiona el alquiler de su vivienda.
"Pablo y su mujer viven en el barrio de Salamanca pero en un bajo humilde de poco más de 40 metros. Tiene una habitación y, aunque está en una buena zona, no cuenta con ningún tipo de lujo". Además, según confirma esta persona el precio que paga por el alquiler mensual es de 700 euros con gastos incluidos, una cifra nada escandalosa si se compara con las viviendas de otros compañeros de partido.
"Tiene muy buena relación con todos sus vecinos, y aunque yo no puedo ir apenas por allí, me cuentan que no hace nada de ruido y que no se nota su presencia en absoluto". Incluso llega a afirmar que hay algunos de sus vecinos que son opuestos a Podemos, y que "le tienen mucho cariño".
Echenique se mudó a un barrio de clase media-alta, donde cuenta con los servicios necesarios y adaptados a su estancia. De hecho, para acceder a su vivienda no necesita ni pasar por el portal: a través de una puerta automática y con un pequeño mando puede acceder directamente.
El Ayuntamiento de Madrid le impuso una sanción
El Ayuntamiento de Madrid abrió un expediente a Echenique el pasado mes de octubre por colocar sin licencia una instalación de aire acondicionado junto a un sistema de videovigilancia en la fachada de su casa.
Dado que las instalaciones de aire acondicionado y cámaras de seguridad "no contaban con licencia", desde el Consistorio se abrió el expediente, y el secretario de Organización de Podemos tuvo dos meses para poder legalizar esas obras.
Un edificio en el que hace años, según explicó una vecina a este diario, "se veían a muchas mujeres extranjeras apoyadas en la pared y hombres que entraban y salían constantemente".
Frente a la vivienda del argentino hay un bar de copas copas cuyo dueño mantiene una buena relación con Echenique. A pesar de que la arrendadora del argentino asegura que mantiene una relación idílica con todo el vecindario, no todos sostienen la misma opinión: "Una vez un vecino empezó a gritarle y a amenazarle. Yo di la cara por él y le dije que se fuese", confiesa el propietario del local que protegió de una agresión verbal -y quién sabe si física- al secretario de Organización de Podemos en España.
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